En el día con más infectados, y con la ministra de Sanidad avisando de que se puede superar los 3000 nuevos casos por día, António Costa se ha dirigido al país para anunciar que se dejará la contingencia para pasar al estado de calamidad, el cual volverá a entrar en vigor en todo el territorio.
De las medidas anunciadas por el jefe del Gobierno portugués, que ha admitido que «se puede evolucionar hacia otros estados si las circunstancias así lo demuestran», las más polémicas, y que ya están dividiendo a la opinión pública, se centran en la obligatoriedad la mascarilla en la calle, así como el uso de la aplicación «Stayaway Covid» para todos los estudiantes; trabajadores; funcionarios y fuerzas de seguridad. Las recomendaciones pueden convertirse en imperativo si finalmente el Parlamento lo aprueba. Sobre la obligatoriedad de tener la aplicación, los constitucionalistas están divididos, ya que es imposible garantizar que toda la población tenga un teléfono móvil, especialmente un smartphone.
Hasta el momento, en Portugal las mascarillas son obligatorias en todos los espacios cerrados, pero el Gobierno va a presentar una propuesta para que, siempre y cuando el distanciamiento social no esté garantizado, este uso también sea obligatorio en la vía pública. Una medida que ya entró en vigor hace meses en Italia y España.
El virólogo Celso Cunha ha defendido su uso obligatorio, y cree que «sin esto podemos entrar en colapso». Esta afirmación se ha producido después del aviso dado por los médicos del Sistema Nacional de Salud; que creen que, con estos números, el servicio puede entrar en colapso. La ministra de Sanidad, Marta Temida, ha afirmado que se recurrirá a los hospitales privados si se llega a saturar la atención hospitalaria pública.
Multas más elevadas y ningún festejo académico
Las empresas que no cumplan con estas medidas serán sancionadas con multas de hasta 10.000 euros. El objetivo es garantizar el control en el ámbito laboral y en el espacio público, donde las reuniones no pueden superar las cinco personas. Entre miembros del mismo hogar, el número de personas que se pueden reunir es de seis.
Durante la conferencia de prensa, el primer ministro ha hablado sobre los encuentros familiares, algo que Marcelo Rebelo de Sousa también había mencionado cuando dijo que «debemos repensar la Navidad». Bodas, bautizos y otros eventos no podrán tener más de 50 invitados.
Las novatadas y todas las fiestas estudiantiles están prohibidas. Estas medidas se conocen pocos días después del inicio de una huelga indefinida de profesores universitarios, que claman por mejores condiciones sanitarias para la comunidad universitaria.