EL TRAPEZIO entrevista a la corresponsal de RTP: «Muchas cosas que estaban sucediendo en España se desconocían en Portugal»

Daniela Santiago ha vivido un periodo histórico que le ha llevado a escribir «La tormenta perfecta»

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Corresponsal de RTP en España desde hace seis años, Daniela Santiago ha presenciado acontecimientos históricos muy importantes, como la exhumación de Franco del Valle de los Caídos o la crisis en Cataluña, que ha ido relatando a la opinión pública portuguesa.

Observadora nata, la periodista ha sido testigo de la creación de nuevos partidos y el ascenso de las fuerzas de extrema derecha en la península ibérica. Vox y CHEGA son los protagonistas de su nuevo libro, «La tormenta perfecta», donde aborda las causas que han llevado a que, después de penosas dictaduras en Madrid y en Lisboa, Santiago Abascal y André Ventura hayan salido de las sombras y hayan alcanzado protagonismo político. Una derecha debilitada y varias crisis han dado lugar a que una nueva política haya ganado fuerza. Es sobre el camino recorrido que habla su cuarto libro, recientemente editado.

Conversamos con la periodista, que nos ha regalado unos minutos de su apretada agenda (repartida entre la Feria Internacional de Turismo y la crisis de los migrantes de Ceuta) para hablar sobre los contextos sociales y políticos que han llevado a la creación de «La tormenta perfecta», así como sobre trabajo hecho en la delegación de España, una de las más interesantes para aquellos que les gusta hacer periodismo.

– ¿Cómo surgió la idea para escribir este libro?

DS: No escribo sólo por escribir, cuando escribo es porque tengo una motivación muy fuerte, algo que contar. Después de estos años en España, donde he tenido el privilegio de poder seguir un período único en la historia de la democracia española, tanto en lo que respecta al fin del bipartidismo, la aparición de dos nuevos partidos (que casi han muerto, como son Ciudadanos y Unidas Podemos), y el «reaparición» de la extrema derecha que muchos decían que siempre había existido en las instituciones españolas (afirmación que se hace porque en la transición que se hizo en España no hubo una revolución como en Portugal).

Después de haber hecho un gran reportaje sobre el resurgimiento de la extrema derecha y el populismo en España, me pareció que tenía mucho material, muchas entrevistas y conocimiento. Todo lo que había vivido, desde historias entre bastidores y entrevistas que no había utilizado, pues me sirvieron para empezar a escribir en enero del año pasado. La pandemia llegó poco después. Creo que había escrito el primer capítulo, que para mí es uno de los más importantes y es sobre las heridas por curar, que explican mucho de lo que España vive y afortunadamente Portugal no tiene. No hemos tenido una guerra civil ni tenemos fosas comunes como España tiene, que es el 2° país del mundo con más fosas comunes después de Camboya. Yo también fui viendo a través de mi trabajo que había muchas cosas que venían sucediendo aquí en España que la gente en Portugal desconocía. Están al lado, pero no lo sabían.

También empecé a encontrar muchas similitudes con lo que está pasando en Portugal. Yo comencé a escribir un libro sobre la realidad española, pero ya en la pandemia, con CHEGA haciendo acto de presencia en el Parlamento portugués, comencé a seguir con más cuidado la realidad portuguesa. Fui escribiendo el libro usando las pocas horas que tenía para dormir, pues fue un año de mucho trabajo. Fui escribiendo siempre. Terminé en diciembre, pero esperé a las presidenciales portuguesas para terminar el libro.

– ¿Cuál es el motivo para el ascenso de los partidos de extrema derecha?

DS: La falta de respuesta de los partidos con posibilidades de Gobierno, que en España fueron el PP y el PSOE. Hubo una gran expectativa en torno a los dos partidos que surgieron, Ciudadanos y Podemos, y que acabaron por defraudar las expectativas de la ciudadanía, pues acabaron por aliarse con los viejos partidos. No respondían a lo que la gente quería. Esto sumado a innumerables casos de corrupción, procesos que se arrastran en tribunales y la propia crisis de la monarquía, que alimentó el propio movimiento independentista y republicano. Todo esto es terreno fértil.

Es muy curioso, y yo tengo un capítulo dedicado a eso, que es Andalucía, que yo describo como «laboratorio», pues fue donde apareció el primer Gobierno PP-Ciudadanos con el apoyo de Vox. Algo muy similar a lo que sucedió en las Azores con el Gobierno PSD-CDS con el apoyo del CHEGA.

– Tanto Abascal como André Ventura tienen origen en una derecha más tradicional. ¿Vox y CHEGA son partidos similares?

DS: En todo muy similares. Son ambos disidentes, uno del PP y otro del PSD. Tenemos que ver que Abascal es un hombre mucho más fuerte y Vox es un partido mucho más consolidado que CHEGA en Portugal. Yo describo en el libro a CHEGA como el «pariente pobre», una imitación del Vox español. Vox no vive sólo a expensas del líder. Vox tiene figuras muy fuertes y es un partido que tiene principios compartidos y estructurados, mientras CHEGA, en este momento, es André Ventura.

– Durante mucho tiempo en la península ibérica (especialmente Portugal) fue uno de los pocos puntos de Europa sin una representación institucional de la extrema derecha. Ahora la realidad es otra. ¿Esta ascensión era esperada?

DS: Era cuestión de tiempo. Vox también existía hace algunos años aquí en España. Creo que han sabido aprovechar la ocasión, y por eso digo que es la «tormenta perfecta». Fueron una serie de factores y circunstancias que los ayudaron a subir de una forma meteórica. Primero en Andalucía, que es un laboratorio en términos de todo; problemas sociales, problemas de migración. Tenemos un hombre más machista, defensor de la tierra, un hombre de los toros, de la unidad española, que defiende el porte de arma para autodefensa. Después de eso, con el separatismo catalán, ellos fueron recogiendo fuerza y construyendo esa unidad. El que entrara la extrema izquierda en el Gobierno vino a alimentar, aún más, el extremismo.

– Vox es el tercer partido más grande de España, Ventura fue el tercero más votado en las presidenciales portuguesas. ¿Podrán estos partidos llegar al poder algún día?

DS: No necesitas llegar al poder para tener poder. Vox, al apoyar al Gobierno de Andalucía, al ser la tercera fuerza política en el Parlamento, ya consigue tener potencia, pues consigue frenar muchas medidas, como es el caso de las mujeres que mueren por violencia machista (aquí se dice violencia machista y no violencia de género). Hay propuestas que no pasan porque Vox se opone, y esto es estar en el poder. Estar en el poder es tener fuerza para cambiar algo, y ellos ya lo tienen.

En cuanto a André Ventura, creo que sólo depende de la clase política. Sólo depende de la clase política actual y de la propia sociedad, que debe cuestionar e informarse. Por desgracia, actuar como un cordero nunca ha sido bueno y la historia nos ha mostrado que las peores mentes nunca habrían podido hacer nada si no hubieran sido seguidas por miles. Nos corresponde a todos cuestionar, leer los programas y preguntar de qué se trata. La culpa recae sobre todo en los políticos, que no han sabido responder a los problemas de los ciudadanos, lo que ha llevado a uno a buscar otras alternativas.

– ¿Cuál es el balance que hace de estos seis años?; ¿cómo es ser una corresponsal portuguesa en España?

DS: Es muy enriquecedor, pero muy agotador. Desde que llegué no he parado. Es de una riqueza inmensa para quien le guste hacer periodismo, y yo llevo 24 años haciendo reportajes. Llego a tener 3 o 4 temas y, en un día, hago televisión, radio… y puedo estar haciendo un programa semanal. Tengo que estar siempre súper atenta. Es imposible desconectar. Es algo en lo que estás al 100%.

Sentimos también que somos la voz de nuestro país en España. Yo en los últimos años también he hecho mucho comentario político, tanto en RTVE como en La Sexta. Siento que he logrado expresar tanto una visión de lo que pasa en Portugal como la propia visión de una portuguesa sobre lo que está pasando en España. Nosotros acabamos siendo embajadores, como todos los portugueses que tienen las más diferentes profesiones aquí o los emigrantes en otros países. Nosotros siempre acabamos siendo el rostro y los embajadores de nuestro país. Como periodista, creo que debe ser la tarea, el cargo más absorbente. Especialmente, en un país como España, que es muy grande y donde siempre están sucediendo muchas cosas, y tiene una gran importancia para Portugal.

– ¿Qué nos une y qué nos aleja de España?

DS: Creo que hay más diferencias de las que pensamos. Los portugueses tienen un cariño enorme por los españoles y los españoles tienen cada vez más cariño por los portugueses. Digo esto porque cuando llegué aquí tenía la sensación de que nos conocíamos mucho más, y seguimos conociendo a «nuestros hermanos», pero creo que en los últimos seis años la percepción ha cambiado mucho gracias a trabajos que van desde el turismo de Portugal, a la presencia de los periodistas o a los políticos portugueses, que han sigo protagonistas en lugares destacados.

España estuvo varios años de espaldas a Portugal, más orientada hacia Francia, y nosotros estábamos mirando hacia España. Ahora empiezan a descubrir que Portugal es mucho más que bacalao o pasteles de nata. Empiezan a valorar el hecho de que somos afables, simpáticos y acogedores. Lo que nos diferencia es bueno, porque nos enriquece. La heterogeneidad es lo que hace la riqueza y España es el ejemplo de ello. Nos acerca una lengua semejante con algunas palabras parecidas, que en realidad no lo son, y en la «Raya» son realmente hermanos.

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