Expresidentes iberoamericanos condenan la persistencia del racismo y el uso desproporcionado de la fuerza en Estados Unidos

El Grupo de Puebla reúne personalidades como el presidente de Argentina, Alberto Fernandez, o los expresidentes Lula da Silva, José Mujica y José Luis Rodríguez Zapatero

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El Grupo de Puebla, un foro político y académico progresista iberoamericano creado en 2019, ha expresado “su consternación por los graves sucesos de violencia ocurridos en diversas ciudades de los Estados Unidos y condena enérgicamente las practicas racistas y el uso desproporcionado de la fuerza por parte de las autoridades estadounidenses”. Particularmente, el Grupo de Puebla ha considerado “preocupante es el anuncio del presidente Donald Trump respecto al despliegue inmediato de las Fuerzas Armadas para controlar y dominar a la situación”.

Este tipo de acciones, según este grupo iberoamericano progresista, “recuerdan a los oscuros tiempos de las dictaduras y autocracias en nuestro hemisferio, atentan contra los valores de la comunidad internacional y se alejan del camino para encontrar una solución duradera y permanente al racismo estructural, que desafortunadamente aún permea en ciertos sectores de la sociedad estadounidense, como lo demuestran los hechos recientes”.

Por todo ello, el Grupo de Puebla “rechaza enérgicamente la permanencia de prácticas racistas. Además, condenamos el uso institucionalizado y desmedido de la fuerza contra la sociedad civil, pues es el primer paso para perpetrar abusos que debilitan a la democracia y la credibilidad en las instituciones públicas encargadas de dar seguridad a la población”.

Por último, los expresidentes iberoamericanos hacen un llamamiento urgente “a los sectores verdaderamente democráticos que se oponen a la represión y trabajan en favor de la justicia y contra el racismo para evitar la represión policial, la cual lejos de resolver las legítimas demandas de apoyo, protección y garantías de acceso a la justicia y a la igualdad, dañan el tejido social y generan mayor conflictividad. El pueblo de Estados Unidos debe poder expresar su voluntad y ejercer sus derechos de forma pacífica y consistente, con todas las garantías correspondientes”.

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