Felipe VI ha recibido al presidente de Angola, João Manuel Gonçalves Lourenço, que realiza una visita oficial a España, para profundizar y afianzar las relaciones bilaterales entre los dos países.
Durante el discurso del almuerzo de recepción, el rey de España ha pronunciado por primera vez de forma explícita, y delante del presidente de Angola y de Pedro Sánchez, el concepto de «iberofonía». Dando la bienvenida a João Lourenço, Felipe VI ha afirmado que recibe a los «angoleños como parte del mundo de la iberofonía, a la que Angola pertenece y en la que nos insertamos todos los que hablamos español y portugués».
El rey Felipe VI se ha referido a la imponente Fortaleza de San Miguel en Luanda, como muestra de historia en común. También ha agregado que «España fue uno de los primeros países en reconocer la independencia de Angola», así como ha declarado que será un honor visitar Angola.
El presidente de Angola ha afirmado que el país lusófono vive en ambiente de reconciliación nacional, concentrándose en la construcción de un país más transparente y con más seguridad para las inversiones y el turismo. En el encuentro, previo al almuerzo, han participado por parte española el embajador de España en la República de Angola, Manuel Hernández Ruigómez, y el subsecretario de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Luis Manuel Cuesta Civis, y por la parte angoleña, el ministro de Relaciones Exteriores de la República de Angola, Téte António, y el embajador de la República de Angola en España, Luis de Matos Agostinho.
Con este viaje, el mandatario angoleño quiere reconocer a España como un socio preferente en Europa occidental. «Así me lo ha dicho a mí el presidente muchas veces», explica el embajador español en el país africano en una entrevista en La Razón. Manuel Hernández Ruigómez afirma en dicha entrevista que la iberofonía son «esos países que hablamos español y portugués, que realmente nos entendemos sin intérprete. Angola es un país de estos. La iberofonía no está estructurada, pero tiene una potencialidad de futuro enorme. Vas a Angola sin hablar portugués y ellos te entienden y tú los entiendes. No es el portugués de Portugal, ellos pronuncian la lengua tal y como la leen. Igual que el español. La presencia cubana en Angola, soldados, maestros, médicos y ellos han ido a estudiar a Cuba. Eso hace que una gran parte de la población pueda hablar en español».
El presidente de Angola también se reunirá con Pedro Sánchez, que calificó a Angola de «país amigo», ofreció la labor de las empresas españolas para conseguir el objetivo de diversificación de la economía del país africano, a fin de dejar de depender casi en exclusiva del petróleo, y expuso las líneas generales del plan Foco África 2023, presentado este año por su Gobierno, para impulsar los vínculos con África.
En los últimos años, la Casa Real española ya había reconocido la base lingüística común y su potencialidad, pero sin pronunciar el término «iberofonía». En la XXVI Cumbre Iberoamericana de Guatemala, en noviembre de 2018, el rey Felipe VI afirmó: «Cada día, avanza positivamente el proceso de acercamiento entre los países hispanohablantes y lusófonos del mundo, juntos, como he señalado en otras ocasiones, conforman un gran espacio multinacional de 800 millones de personas en una treintena de países de todos los continentes. No cabe duda de que esta realidad de base lingüística y cultural contribuye a articular unas relaciones económicas y comerciales más intensas, sólidas y fluidas entre todos nuestros pueblos».
¿Qué es la Iberofonía?
Según ISDIBER – Instituto de Estudios Panibéricos, la Iberofonía es el planteamiento geopolítico y cooperativo que propone la asociación de los países de lenguas ibéricas del mundo, sin exclusiones geográficas. En este sentido, plantea la eventual articulación de un espacio multinacional de países de idiomas ibéricos.
La justificación de esta corriente se basa, por un lado, en la afinidad sustancial entre las dos principales lenguas ibéricas, el español y el portugués, únicos dos grandes idiomas internacionales en términos cuantitativos que son, en líneas generales, recíprocamente comprensibles. Esta realidad hace que, en términos geopolíticos, geolíngüísticos y culturales, se pueda hablar de un gran espacio multinacional de países de lenguas ibéricas que abarca todos los continentes y que está compuesto por más de treinta países y más de 800 millones de personas.