La comunidad portuguesa en España apoya a las familias más afectadas por el coronavirus

Los portugueses también quieren colaborar para mejorar la vida de quienes más sufren las consecuencias de la pandemia

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Gonzalo Ruipérez, párroco de la iglesia San Juan de Dios en la UVA de Vallecas, ya ha visto cómo más de 20 de sus feligreses han fallecido como consecuencia del coronavirus. Es un barrio de viviendas sociales en el que habitan 9.000 personas y “aquí no están habituados a estar cerrados, las casas son para dormir porque se vive en la calle. Llegan a estar hasta 14 personas en casas de tres habitaciones”, cuenta el párroco a EL TRAPEZIO. Este virus no es el mayor problema en la zona donde “la crisis es permanente” pero ha empeorado aún más la situación y lo que realmente preocupa a este sacerdote es que las familias no tienen qué comer. Por eso lleva años realizando un importante trabajo para reunir alimentos y distribuirlos entre los que más lo necesitan. Y ahora más que nunca, ya que alimentan a 623 familias entre las que reparten 59 toneladas de alimentos al mes. “Antes eran 45 toneladas pero ahora la situación ha empeorado. Y además cada día repartimos alimentos en la parroquia a las personas que se acercan desde lejos porque no tienen nada para comer”, añade el padre Gonzalo.

Esta es una de las causas en las que colaboran muchos portugueses que residen en España, por iniciativa del Fórum dos Portugueses, organización que apoya a la comunidad lusa residente en territorio español y vinculada desde su origen a proyectos benéficos. “Notamos una preocupación entre los portugueses que residen en España por las dificultades que atraviesan muchas personas como consecuencia del coronavirus. Por eso pensamos en unirnos para asociarnos a distintas causas que puedan ayudar a quienes más lo necesitan”, comienza por explicar a EL TRAPEZIO Manuel Pereira Ramos, presidente del Forum dos Portugueses. Supieron de las necesidades de esta parroquia y han movilizado a la comunidad lusa “para poder colaborar con ellos. Estamos reuniendo dinero para comprar alimentos y también hemos conseguido que empresas portuguesas lleven productos”, explica Pereira Ramos. Además han creado una red de apoyo entre sus socios “y hay quien se ofrece para ir a la compra para aquellas personas que no pueden salir o incluso para hablar por teléfono con los que están solos”, añade.

Esta ayuda portuguesa ha sido muy bien recibida en la parroquia de Vallecas donde son muchos los que adoran Portugal. “Aquí tenemos personas que no han visto el mar, ni siquiera el Retiro. Y hace un tiempo llevé a algunos a Santiago de Compostela y como regalo les acercamos a Oporto. Se quedaron  fascinados y con frecuencia me preguntan cuándo volvemos”, recuerda el padre Gonzalo. A pesar de las dificultades se las ingenia para reunir el mayor número de alimentos que reparte en bolsas con la ayuda de diez voluntarios. “No quiero que sean más por los contagios. Antes las familias venían a por la comida y ahora la repartimos nosotros. Ayudábamos a 416 familias pero desde marzo ya son 623 de las cuales algo más de 200 son de nuestro barrio y vamos a otros, como a la Cañada”, puntualiza el sacerdote. Son familias desestructuradas, que viven una dura realidad, “ahora con el paro que llega al 80% lo que supone más adicción al alcohol, violencia….”, se lamenta el padre. Por ello toda la comida que llega para esta gente “la recibimos muy agradecidos, ya sean empresas o particulares quien la entregue. Tenemos niños que reúnen dinero por su cumpleaños y nos traen 50 litros de leche. Eso nos llega al alma”.

Ayudar a los portugueses a volver a su país

Desde la Embajada de Portugal en España han querido unirse también a esta causa del padre Gonzalo y han juntado entre sus funcionarios una importante donación de alimentos. Desde que comenzó la crisis siguen muy atentos todo lo que ocurre a la comunidad lusa ofreciendo su apoyo. Se ha creado un grupo de trabajo encabezado por el embajador João Mira-Gomes y que reúne a los cónsules y a los representantes de Turismo de Portugal y de AICEP.

Los funcionarios trabajan desde casa y el referido “task force” se junta dos veces a la semana y el resto de días están siempre conectados de forma telemática. La prioridad ha sido ayudar a los portugueses que por muy diversos motivos se encontraron “atrapados” en España cuando comenzó el confinamiento e incluso algunos se contagiaron. “Hemos encontrado casos muy diversos de portugueses en España, como matrimonios celebrando las bodas de oro en Canarias, grupos que pasaban por Madrid procedentes de Latinoamérica, estudiantes Erasmus…y algunas situaciones bastante complicadas”, indica a EL TRAPEZIO Maria de Lurdes Vale, directora de Turismo de Portugal en España. «Hemos dado todo el apoyo posible para que estas personas pudiesen regresar a sus hogares en Portugal», añade. Además siguen muy de cerca a los empresarios lusos en España, monitorizando la situación para dar una respuesta rápida a los problemas que surgen.

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