José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores de España, ha presidido este martes la primera reunión extraordinaria de la Comunidad Iberoamericana. Al final de la misma ha dado a conocer la ‘Hoja de Ruta’, que recoge las reuniones ministeriales, foros y encuentros que conducirán a la Cumbre de Madrid de 2026, en el año en el que se cumple el 35º aniversario del sistema de Cumbres Iberoamericanas.
El ministro español ha recordado la importancia de reforzar las reuniones ministeriales como instancia que orienta políticamente la Comunidad Iberoamericana, y ha aprovechado la de Sevilla como una oportunidad para impulsar liderazgos compartidos que den respuesta a los retos que afronta la sociedad en el siglo XXI. También ha incidido en el papel de la Comunidad Iberoamericana como foro privilegiado de diálogo político, concertación política, solidaridad y cooperación basado en afinidades históricas y culturales compartidas.
En este contexto, el secretario general Iberoamericano, Andrés Allamand, y los representantes iberoamericanos han suscrito por consenso la Declaración de Sevilla, que incide en la necesidad de reafirmar el sistema de Cumbres y la importancia de una planificación de la cooperación iberoamericana más estratégica y concertada sobre la base de los principios de participación inclusiva, horizontalidad entre sus miembros y consenso en la toma de decisiones. Asimismo, se remarcó el compromiso con el bilingüismo (español y portugués) como factor de cohesión e identidad de la Comunidad.
Durante el encuentro, también se ha presentado el documento de la Secretaría pro tempore española en el que se incluyen las prioridades temáticas para el vigente periodo y que da un nuevo impulso a la agenda medioambiental iberoamericana, los principios y derechos en los entornos digitales y la transversalización del bilingüismo, o la aplicación de la inteligencia artificial en el espacio iberoamericano.
Los representantes han coincidido en la necesidad de propiciar un acercamiento más profundo a los países del Caribe y la Unión Europea, y de reflexionar sobre el papel de los Observadores Asociados y Consultivos en el sistema de Cumbres, estableciendo puentes con otras regiones.