La Cumbre Social de Oporto ha traído a la ciudad invicta a los líderes europeos, que pretenden establecer el pilar social de la próxima década. Antes del comienzo del encuentro, los presidentes de las tres instituciones europeas han recibido, en el Ayuntamiento, las llaves de la ciudad de manos de Rui Moreira, el alcalde de la ciudad. Una orquesta compuesta por jóvenes ha recibido a los mandatarios tocando el Himno de la Alegría. En la Aduana de Oporto, los 100 participantes han discutido sobre cuál es el camino a tomar tras la pandemia que ha empujado a 91 millones de europeos a una situación de pobreza y ha sumergido a las economías a una recesión nunca vista desde el fin de la II Guerra Mundial. Las desigualdades se han agravado con la pandemia, pero el sentimiento de los gobernantes presentes es que es posible cambiar esta situación y recuperar la economía y el empleo de una forma conjunta.
En la inauguración de la Cumbre, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, ha afirmado que, después de estar definidas las bases de un nuevo contrario social europeo, es el momento de actuar. En su discurso, Von der Leyen ha resaltado la importancia de los programas sociales europeos y ha terminado, en buen portugués, diciendo: «Aqui, juntos, somos mais fortes». Mientras participaba en uno de los primeros paneles del día, el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, ha declarado que Europa no conseguirá continuar siendo un «actor global» si «ignora» el Pilar Europeo de los Derechos Sociales.
El primer ministro António Costa ha garantizado que la recuperación sólo llegará de una forma plena si es justa e inclusiva, sin dejar nadie atrás. Varios desafíos planteados, como es el caso de la doble transición (ambiental y tecnológico), también son asumidos en la Declaración de Oporto. Este documento define metas concretas para la creación de empleo (78% de población adulta empleada hasta el fin de la década), formación profesional y reducción de la pobreza (menos de 15 millones).
Suspensión de patentes y Cumbre informal
La suspensión de las patentes de las vacunas, propuesta defendida por el presidente estadounidense, es uno de los temas de discusión. En una conversación con periodistas a la llegada de la Aduana de Oporto, el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha defendido esta idea y ha pedido una mayor ambición a la Unión Europea para una “aceleración del intercambio de conocimientos y tecnologías entre los países, una capacidad de fabricación de vacunas más robusta y una distribución más rápida y eficaz de las vacunas en los países que más necesitan”.
Más allá de los trabajos oficiales de la Cumbre Social, Amnistía Internacional ha hecho una vigilia nocturna por la situación descontrolada en que la India está debido a la Covid-19; y el Bloco de Esquerda ha defendido que las citadas metas, especialmente en el combate al desempleo, son “muy limitadas”.