Portugal recomienda aumentar la tarifa a grandes consumidores de agua por la sequía

El Ejecutivo portugués ha identificado casi medio centenar de municipios donde la situación es más crítica

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El Gobierno de Portugal ha recomendado a los municipios más afectados por la sequía que aumenten las tarifas a los grandes consumidores domésticos y suspendan usos públicos «no esenciales», como la limpieza de calles, el riego o el llenado de piscinas. «Vivimos momentos particularmente difíciles. Estamos pasando una de las sequías más graves del último siglo», ha señalado la ministra lusa de Agricultura, Maria do Céu Antunes, en una rueda de prensa, donde ha avanzado que el 60% del territorio de Portugal está en sequía extrema y el otro 40% en severa.

El Ejecutivo portugués ha identificado casi medio centenar de municipios donde la situación es más crítica, ya que dependen de embalses con poco volumen de almacenamiento o que están por debajo del 20 % de su capacidad, para los que anunció un nuevo conjunto de medidas. Entre ellas, un aumento de las tarifas para los grandes consumidores domésticos durante el periodo con mayor gravedad de sequía, para evitar pérdidas de agua, explicó el ministro de Ambiente, Duarte Cordeiro, también presente en la rueda de prensa.

Este incremento iría dirigido a consumos por encima de los 15 metros cúbicos. «Una familia, por norma, consume 10 metros», ha aclarado. También ha recomendado suspender temporalmente los «usos no esenciales» del agua, como lavado de calles, riego de jardines y espacios verdes, nuevos llenados de piscinas o fuentes decorativas, y pidió un régimen sancionador para «comportamientos indebidos».

El Estado va a financiar la instalación de grifos reductores de consumo en toda la utilización pública del agua, como fuentes, edificios públicos, escuelas y hospitales para conseguir un «ahorro inmediato», y pidió al sector industrial que implemente proyectos de eficiencia cuando haya «pérdidas significativas».

En los embalses más críticos se van a revisar los usos de los recursos hídricos y las descargas de aguas residuales, y se ampliará la utilización de los «volúmenes muertos». A pesar de la crítica situación que vive parte del territorio, Cordeiro ha asegurado que Portugal «como un todo preserva la capacidad de abastecimiento público para dos años».

Portugal ya implementó decenas de medidas para hacer frente a la sequía a lo largo de este año, como limitaciones del uso del agua en embalses para generar electricidad o para la agricultura y campañas de sensibilización. Este ya es el segundo año más seco desde que se tienen registros (1931), con una precipitación media de 419,1 mm, el 51 % del valor normal, según el Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera.

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