El número de jefes de Estado y de Gobierno que han asistido este domingo a la IV Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea (UE) en la ciudad colombiana de Santa Marta se ha reducido de doce a nueve. El encuentro birregional, marcado por notables ausencias y cancelaciones de líderes europeos y latinoamericanos, ha despertado poco interés entre los gobernantes de ambos lados del Atlántico por razones que van desde la cercanía con la COP30 en Brasil, la amenaza de bombardeos a Venezuela y la agitación política antiimperialista en redes sociales de Gustavo Petro. Los más cercanos a Trump no han acudido.
Gustavo Petro, presidente de Colombia, ha reconocido que el proceso de integración europeo es mucho más exitoso que el latinoamericano. Lula da Silva, presidente de Brasil, ha declarado que América Latina «vuelve a ser una región balcanizada y dividida», considerando que la integración regional está en «profunda crisis», por el extremismo y las amenazas externas. El presidente de Brasil ha denunciado las «maniobras retóricas» con las que se están intentando «justificar intervenciones ilegales en América Latina». Por otro lado, António Costa, presidente del Consejo Europeo, ha defendido que «juntos somos más fuertes y los peligros de la era actual están ahí: vivimos en una era de competencia entre actores globales, alianzas cambiantes y presiones diplomáticas».
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha pedido este domingo reforzar la unidad CELAC-UE en defensa del libre comercio y del derecho internacional, en alusión, aunque sin citarlos explícitamente, a los ataques de Estados Unidos a supuestas narcolanchas en el Caribe. El primer ministro de Portugal, Luís Montenegro, ha afirmado que independientemente de la baja asistencia, «nosotros siempre seremos los motores de la aproximación y de la valorización de este instrumento». El dirigente portugués ha agregado que «la UE-CELAC es una alianza estratégica que junta más de mil millones de personas, cerca del 14% de la población mundial y del 21% de la creación de riqueza del mundo».
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha dicho que la posible firma en diciembre del acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) mostrará el rechazo de ambos bloques al unilateralismo.



