El año 2023 se presenta como un posible año de consolidación y desarrollo del movimiento iberista, aunque existe el riesgo de seguir estancados en lo meramente testimonial.
Tras más de 10 años del “renacer iberista”, con un iberismo de nuevo cuño, que toma el nombre de Iberismo del Siglo XXI y que se fundamenta en las políticas de cooperación, en el multinivel referido a lo transfronterizo, lo transnacional entre los Estados ibéricos, y en el multilateralismo de la iberofonía, el iberismo se está haciendo mayor y es necesario que de una vez por todas obtenga una visibilidad pública de conocimiento general.
Han sido 10 años de trabajo voluntarista, intenso, y serio, que ha dado sus frutos en la construcción de un sólido discurso, en cierta presencia pública y en la permanencia de organizaciones sociales vitalistas.
El año 2022 ha sido intenso en todos los aspectos; hemos realizado una potente labor de difusión de nuestros ideales, nos hemos reunido con los políticos, organizado múltiples eventos y se ha conseguido unificar el discurso compartiendo acciones entre las diferentes organizaciones que nos reunimos en el Foro Cívico Ibérico.
Y aunque el balance es positivo, seguimos anclados en cierta irrelevancia a nivel práctico de nuestro trabajo; seguimos en un ámbito de conocimiento minoritario y aún no estamos siendo tenidos en cuenta por los gobiernos. Esto puede cambiar en 2023.
En pocas fechas, a primeros de febrero se va a poner en marcha, la Red España Portugal de Cooperación Transfronteriza (REDCOT), impulsada por los ministerios de Política Territorial de España y de Cohesión Territorial de Portugal. En esta Red, pueden tener cabida entidades sociales de base ligadas a la cooperación ibérica, en las que el Movimiento Iberista, entendido desde las premisas amplias del Iberismo del Siglo XXI, tiene presencia. Esperamos pues alcanzar una interlocución que nos permita ser escuchados, pero principalmente ser atendidos en reivindicaciones ya urgentes, como las de compartir los servicios sanitarios, educativos y sociales en las áreas de frontera.
Este año 2023 puede ser y debería ser el año en que los grandes medios generalistas den cabida a nuestro movimiento; hace falta ya que las televisiones públicas de España y Portugal cumplan con su deber informativo y nos permitan expresar nuestras ideas, como lo hacen con cualquier otra tendencia social o cultural. En el año 2007, TVE emitió en el programa “Informe semanal” un reportaje “El sueño de Iberia” al hilo de la famosa entrevista en el Diario de Noticias de Portugal en el que José Saramago, nobel de literatura portugués hoy fallecido, profetizaba la unión futura de España y Portugal en un solo país. Desde entonces el iberismo no ha vuelto a la primera página, salvo quizá con las declaraciones de Ruí Moreira alcalde de Oporto proponiendo un Iberolux, como un remedo de Benelux. También está muy de moda el asunto de la “excepción Ibérica” pero los medios importantes no se acuerdan de los movimientos de base y parecen buscar solo titulares de la alta política, o de la alta intelectualidad. Seguramente La Vanguardia no tardará en entrevistarnos, dado el entusiasmo ibérico de su dirección. En Portugal, hasta la fecha, ha habido más interés con cierta repercusión en la Agencia Lusa y RTP. En 2023 este interés dará más frutos.
Este 2023 vamos a presentar una segunda parte de nuestro libro de referencia Iberia, tierra de fraternidad en el que se recogen artículos de opinión de EL TRAPEZIO, redactados por diversos autores, que van desde escritores de largo recorrido a aportaciones de iberistas de base. Queremos presentar el libro en diversas ciudades e instituciones; creemos que este año la dirección de la Casa de América de Madrid, como representantes de un consorcio público, cambiará su negativa del año pasado y nos cederá sus instalaciones para presentar nuestro libro. Esperamos también alguna reseña en El País, y en Expresso; con gusto atenderemos el reclamo.
Llegado el otoño acudiremos a la Cumbre de los Gobiernos como lo venimos haciendo desde hace ya tres años, con un nuevo manifiesto consensuado por diferentes entidades. Este 2023 estamos preparados y convencidos de que participaremos en alguna reunión preparatoria previa organizada por los gobiernos y que tendremos algún espacio en los actos oficiales, como ya tuvieron otras organizaciones en anteriores ediciones. Probablemente la prensa generalista saque partido y analice rigurosamente el Manifiesto Ibérico.
Por último, este 2023 será el año en que los “Mecanismos estructurados de diálogo con las sociedades civiles”, previstos en el Tratado de Amistad entre España y Portugal, se podrán en marcha, y a buen seguro el Movimiento Iberista del Siglo XXI tendrá su oportunidad.
Pablo Castro Abad
