Azores: el paraíso portugués de origen volcánico ubicado entre Europa y América

Se encuentran a unos 1.300 km al oeste de la Península Ibérica

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Hoy hablamos de las Azores, el todavía desconocido archipiélago luso formado por nueve islas rematadas a golpe de naturaleza brutal y suspendido en medio del Atlántico. Las islas Azores son un archipiélago de la Macaronesia, designación que significa “islas afortunadas”, para quien las habita, y las visita. Se encuentran a unos 1.300 km al oeste de la Península Ibérica; el vuelo desde la península dura unas dos horas saliendo de Lisboa, y a menos de tres de Madrid.

Están divididas en tres grupos: el grupo occidental, con la isla do Corvo y la isla das Flores; el grupo central, con las islas de Faial, Graciosa, do Pico, de São Jorge y Terceira; el grupo oriental, con Santa Maria e São Miguel. Hay también un grupo de islotes llamadas Formigas, que son una reserva natural regional. Territorio perteneciente a la República Portuguesa, constituyen una región autónoma, y forman parte da Unión Europea. Aunque geográficamente las islas se encuentren en Europa, geológicamente esto no es cierto para las 9 islas del archipiélago.

Las islas del grupo occidental, Flores y Corvo, están geológicamente en América ya que se encuentran en la placa tectónica del continente americano. Lo primero que debemos saber es que son distintas unas de las otras, cada una tiene su particularidad, su cultura y bellezas, aunque entendemos las que nueve islas coinciden en poseer paisajes de extraordinaria belleza. Las islas fueran formadas por actividades volcánicas hace más de 8 millones de años.

Cuentan que las Azores fueron descubiertas y pobladas por los portugueses a principios del siglo XV. Aunque fueran encontrados mapas arqueólogos de 1351. Lo que se sabe con certeza es que en 1431 el navegador portugués Gonçalo Velho llego a la Isla. En 1439, Don Henrique hizo su primera referencia sobre la explotación de las islas para su hermano Don Pedro, siendo además el ano en que ocurrió el primer poblamiento de la isla de Santa Maria.

Luego las islas se convirtieron en una próspera colonia agrícola, un enclave estratégico y un importante territorio para las expediciones y descubrimientos portugueses, pues por allí pasaban las grandes rutas de navegación que unían Europa y América. La historia de las Azores también está unida a la de España, pues Felipe II de España terminó siendo reconocido como rey de Portugal en las Cortes de Tomar de 1581. Mientras tanto, la idea de perder la independencia dio lugar a una revolución liderada por el Prior de Crato que llegó a proclamarse rey en 1580 y gobernó hasta 1583 en la isla Terceira de las Azores.

Volviendo a los tiempos actuales, São Miguel es la más grande y más poblada (mitad de toda la población azoriana vive allí). Su capital es Ponta Delgada, una de las más importantes de las Azores, junto a Angra do Heroísmo y Horta, allí está la sede del Gobierno regional. También la más turística y una excelente puerta de entrada a las Azores, con muchísimas cosas para ver y hacer. Posee una increíble oferta gastronómica tradicional, con platos como el cocido que tarda seis horas en hacerse, al calor del volcán, bajo tierra.

São Miguel invita a hacer rutas para descubrir desde lagunas volcánicas y bosques tropicales hasta acantilados oceánicos. Fue formada por más de mil volcanes y 9 siguen activos, en esa región es posible ver como el agua del subsuelo reaparecen en forma de vapor. Las Azores son el único lugar de Europa, además de Gran Bretaña en que si planta y produce Té en el continente europeo. La fábrica de Té Gorreana, en São Miguel actúa desde 1883, con la maquinaria de aquella época.

Esa región autónoma portuguesa es un verdadero paraíso natural preservado, con tan sólo un 5% de la superficie total de las nueve islas urbanizada. Por lo que presumen de un potente turismo de naturaleza, que le han hecho merecedoras de los más altos premios de turismo sostenible a nivel internacional. Como se ve, son muchos los atractivos que hacen de las Azores un destino único, muy diferentes a otros destinos. Son tantos lugares increíbles, que la fotos y vídeos no son capaces de transmitir la sensación de estar allí, por lo que es necesario vivirlo en primera persona.

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