Los empresarios portugueses de turismo han pedido al Ejecutivo de António Costa que «use» la mayoría absoluta de la que dispone para comenzar la construcción del nuevo aeropuerto de Lisboa, a lo que el primer ministro ha respondido que hay que esperar a los estudios ambientales. «Tiene una mayoría absoluta, úsela», ha afirmado el presidente de la Confederación de Turismo de Portugal, Francisco Calheiros, durante su participación en una jornada a la que han acudido Costa, el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, y representantes del sector.
Portugal planea desde hace medio siglo la construcción de un nuevo aeropuerto para su capital, una decisión postergada al no decidirse su localización, y que ha cobrado especial importancia en los últimos años al haber superado su capacidad máxima. Calheiros ha defendido que el primer ministro «tiene que decidirse ya» y dejar de realizar «estudios y más estudios», y ha alertado que no construir un nuevo aeropuerto con mayor capacidad «significa perder 7.000 millones de euros» y tener 28.000 empleos menos, ha recogido el medio luso Expresso. Criticó que la gestión de la crisis actual del Ejecutivo del socialista «podía y debería haber ido más allá», ha pedido ayudas fiscales y aseguró que los empresarios sienten que se han olvidado de ellos.
«QUIEN ESPERÓ 50 AÑOS, ESPERA UNO MÁS»
Costa ha respondido durante el mismo evento que es necesario un estudio de la Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) para la construcción del nuevo aeropuerto, lo que implica esperar una respuesta hasta finales de 2023, y ha añadido que «quien esperó 50 años, espera uno más». Apuntó que la decisión es «irreversible» y será tomada una vez se obtenga el estudio de la EAE: «Vale la pena invertir (en la AAE) y tenemos que hacerlo», ha insistido.
Sin embargo, en una respuesta directa a los empresarios, ha recordado que, si no hay acuerdo con el principal partido de oposición, el Partido Social Demócrata (PSD, centroderecha), sí que usará la mayoría absoluta. Explicó que el Consejo de Ministros aprobará una resolución para definir la metodología sobre la realización y el plazo de ese estudio y las competencias de los municipios en materia de licencias de aeropuertos. Ha aclarado además que se va a autorizar a ANA Aeropuertos de Portugal «para hacer desde ya las obras en Portela», donde se encuentra el actual aeropuerto, a pocos kilómetros del centro de la capital lusa.
LISBOA PIDE UNA DECISIÓN EN 2023
También se ha pronunciado el alcalde de Lisboa, Carlos Moedas, quien ha pedido un lugar en la mesa de negociación sobre la nueva localización de la infraestructura aeroportuaria. «El aeropuerto tiene que estar en proximidad de Lisboa. (…) No estoy midiendo kilómetros, estoy midiendo la proximidad y esa proximidad es extremadamente importante para el turismo en Lisboa», ha destacado, y ha hecho hincapié en la necesidad de que se tome la decisión en 2023: «No podemos esperar más tiempo».
El pasado viernes, el Gobierno y el PSD llegaron a un acuerdo para decidir la localización del nuevo aeropuerto. «Fue posible encontrar convergencia sobre la metodología» para escoger la localización de la infraestructura, explicó Costa tras reunirse con el líder del PSD, Luís Montenegro.
Entre las posibles localizaciones están Montijo y Alcochete (al sur del Tajo) y Santarém (al norte de Lisboa). Los socialistas y el PSD, los dos mayores partidos de Portugal, acordaron en 2015 que los grandes proyectos de infraestructuras deben tener un acuerdo de 2/3 del Parlamento.
