Una Escuela de Frontera para Almeida y Fuentes de Oñoro

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Pocos lugares pueden ser más idóneos para una Escuela de Frontera que entre el Agrupamiento de Almeida (con la Freguesía y escuela de Vilar Formoso) y el Colegio de Fuente de Oñoro, en España. Vilar Formoso y Fuentes de Oñoro comparten un paso fronterizo histórico, integrado dentro de sus respectivos cascos urbanos. Este punto fronterizo es el más concurrido del trasiego de emigrantes portugueses en sus idas y venidas a España y resto de Europa. La población de ambos lados ha venido trabajando en actividades ligadas al hecho fronterizo, como el comercio, el hospedaje, la hostelería, la seguridad, el cambio de monedas, el transporte de mercancías y pasajeros, las aduanas, el ferrocarril etc. Estas actividades han sufrido un importante retroceso en las últimas décadas, debido a la eliminación del control fronterizo, la implantación del euro, la libre circulación de mercancías, la supresión de la mayoría de los servicios ferroviarios y hace unos meses el desvío de la carretera con la apertura de la nueva autovía. A estas circunstancias se une el éxodo generalizado de población en los entornos rurales.

En definitiva, la población ha ido decreciendo, pero quizá esté cerca de tocar suelo, pues los efectos de los diferentes cambios pueden ya haber sido absorbido, empezándose a atisbar nuevas perspectivas ligadas al teletrabajo, al desarrollo del turismo y a los planes gubernamentales que consideran estratégico el mantenimiento de la población en las zonas de interior. Entre estos planes destaca la Estratégica Común de Desarrollo Transfronterizo (ECDT), que España y Portugal firmaron hace ya casi dos años.

Una de las principales necesidades, para las zonas de baja densidad, es el mantenimiento y la mejora de los servicios educativos, con una oferta que sea atractiva y moderna.

En este contexto, la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación la Ciencia y la Cultura (OEI) ha promovido, en calidad de socio estratégico, durante el curso 2021/2022 el proyecto Escuelas de Frontera, en el que han participado 16 entidades educativas de ambos lados de la Raya, a lo largo de toda la Frontera. Mediante una metodología de aprendizaje basada en retos o misiones se convirtió a los estudiantes en “guardianes de La Raya”. Juegos, canciones, manualidades o excursiones, a través de los cuales los alumnos han podido conocer mejor la geografía o las costumbres de ambos países, trabajar la comprensión y el respeto al otro y aprender la lengua. En el proceso se ha involucrado a toda la comunidad educativa (padres y madres, directores escolares, profesores, formadores de docentes…), estrechando los lazos entre las escuelas y las comunidades a las que estas pertenecen.

Sin embargo, esta iniciativa no ha llegado a unas de las zonas más simbólicas y estratégicas: la zona referida de Almeida-Vilar Formoso-Fuentes de Oñoro. Es por lo que desde el Frente Cívico Vilar Formoso- Fuentes de Oñoro y la Plataforma Civil Ibérica nos reunimos con los responsables del programa de la OEI, en un fructífero encuentro en el cual nos indicaron su disposición favorable para impulsar el programa en la zona, expresando la importancia de que la sociedad civil demande la implantación del proyecto Escuelas de Frontera y que las propias escuelas sean propicias al proyecto.

Posteriormente nos hemos podido reunir con las asociaciones de madres y padres de Vilar Formoso, Almeida y Fuentes de Oñoro, con la Tenencia de Alcaldía de Fuentes de Oñoro y con el equipo directivo del Agrupamiento Escolar de Almeida, que en términos generales han mostrado también buena disposición al programa.

El programa no podrá ponerse en marcha para este próximo curso 2021/2022, pero quizá sí para el próximo si se consigue la coordinación necesaria. Las Escuelas de Frontera es un programa que debe implantarse en toda la Raya. Son un instrumento a través del cual se puede contribuir a alcanzar importantes objetivos, como el desarrollo de una conciencia ciudadana transfronteriza rayana, el conocimiento de la cultura y las tradiciones de proximidad, el aprendizaje de las lenguas (ambas universales), y un futuro de mayores oportunidades para todos. Creemos que tiene un valor diferencial el hecho de que sean las entidades civiles, como las asociaciones de hermandad ibérica y las asociaciones de padres y madres sean quienes “pidan” que salga adelante este Proyecto, por la legitimación social que lleva consigo.

Más allá de las Escuelas de Frontera, quedan otras muchas demandas en materia educativa, algunas previstas en la ECDT, que conviene recordar: programas de Formación Profesional y universitarios conjuntos, reconocimiento automático de los títulos académicos de ambos países, escuelas bilingües, distritos escolares compartidos y escuelas conjuntas.

Estos dos últimos aspectos, los distritos escolares compartidos y las escuelas conjuntas son reivindicaciones “oídas” frecuentemente en la raya. La posibilidad de matricular a alumnos en otro país presenta impedimentos que son absurdos en zonas próximas, donde a veces está más cerca o es más conveniente por motivos variados estudiar en el país vecino. Las escuelas conjuntas serían centros educativos donde se pudiesen completar los grupos de alumnos sin importar la residencia, o la nacionalidad, con planes de estudios compartidos que permitiesen obtener los diplomas de ambos países. Este planteamiento, además de un enriquecimiento cultural, es una necesidad en zonas despobladas para alcanzar un suficiente número de alumnos.

Las Escuelas de Frontera han de ser un primer paso de una necesaria armonización educativa de España y Portugal. Almeida-Vilar Formoso-Fuentes de Oñoro (y algún otro municipio que podría sumarse) son el lugar perfecto, por su posición como una “puerta de Europa” para avanzar en este loable objetivo.

Pablo Castro Abad