El autódromo de Portimão ha recibido la última prueba de Moto GP, después de haberse disputado en esta pista el campeonato de Fórmula 1.
Con el andaluz Joan Mir (Suzuki) coronado ya como el gran campeón de este año, en donde no ha participado Marc Márquez (lesionado de gravedad), la carrera de Portimão se ha desarrollado sin público, pero con la gran expectativa de ver lo que sería capaz de hacer en casa Miguel Oliveira, corredor de KTM.
Las autoridades, que rodearon el perímetro para asegurarse de que no hubiera ninguna reunión, no han podido impedir que un grupo de motociclistas haya acompañado al piloto portugués en su recorrido desde Almada hasta Portimão.
Mir no ha podido terminar la carrera del Algarve debido a problemas técnicos con la moto.
Sin nadie en las gradas, y con un clima propicio para una buena carrera, el halcón portugués consiguió destacar en el primer día de la prueba; logrando la pole position con un récord de pista. Un circuito en donde estaban los hermanos Espargaró (Pol y Alexei) y Johann Zarco, y en donde Oliveira ha logrado la proeza de salir en primer lugar. El piloto de Almada ha alcanzado su segunda victoria de la temporada, logrando completar las 25 vueltas en 41.48,163 minutos.
António Costa, primer ministro, y Marcelo Rebelo de Sousa, presidente de la República, han usado las redes sociales para felicitar al piloto por esta victoria en el circuito luso, que tanta «alegría da en medio de estos meses de sacrificio y sufrimiento».
Jorge Pessanha Viegas, presidente de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM), cree que los motores de las motos de competición podrán volver a oírse en el Algarve en abril. Esto si las pruebas en Argentina y Estados Unidos no pueden realizarse.
Incluso sin público, el premio de Portimão tiene un impacto económico estimado de entre 20 y 25 millones de euros.
