La fecha de nacimiento de Amália Rodrigues ha sido siempre tema de discusión, unos afirmando que fue el 1 de julio y otros defendiendo el 23 de julio como el verdadero, pero lo cierto es que, si aún estuviera viva, la reina del fado tendría 100 años. Uno de los mayores nombres de la historia de Portugal y embajadora nacional en los cuatro continentes, la que traía el portugués en la voz se encuentra en el Panteón Nacional, lugar en donde descansan los portugueses más ilustres para la eternidad.
Vestida de negro y desafiante de los cánones de la época, Amália Rodrigues dio voz a lo que era Portugal durante un siglo en el que el país vivió cuatro décadas amordazado. La guitarra se hacía oír por las calles de Lisboa, pero fue con su aparición que un nuevo fado (destino) comenzó a escribirse por las palabras de autores como José Carlos Ary dos Santos o Luís Vaz de Camões. Además del portugués, Amália cantó música francesa; americana; española; italiana; mexicana; brasileña, y en criollo.
La vendedora de fruta que se convirtió en diva nacional
Las calles de Lisboa, donde vendía fruta, fueron el primer lugar en el que se escuchó la voz y el notable timbre de la que se convirtió en la diva del fado y en la artista portuguesa que más ha vendido en la historia. Amália Rodrigues fue presencia asidua en los más importantes programas de televisión y eventos mundiales, donde no sólo cantaba fado, sino también canciones tradicionales portuguesas, como es el caso de «Grândola, Vila Morena».
La diva del fado, que llegó a estar conectada con el antiguo régimen (pero fue objeto de la censura del mismo), prestó su voz a este himno revolucionario, y después dio todo el dinero que consiguió al Partido Comunista Portugués. Fue Amália la que, por primera vez, cantó la «Canção de Coimbra» («Canción de Coimbra») fuera del ámbito académico. Una canción que fue popularizada en lengua francesa, con el nombre «Avril au Portugal» («Abril en Portugal»), por la cantante Yvette Giraud. La fadista también intentó su fuerte como actriz, motivando gran interés de las compañías de Hollywood, por donde ya había pasado otra mujer con sangre portuguesa, Carmen Miranda.
Para celebrar los 100 años de Amália Rodrigues, el Ayuntamiento de Lisboa ha lanzado un programa que durará un año y terminará con un espectáculo de videomapping en el Terreiro do Paço. Además de este espectáculo de vídeo, en el programa de conmemoraciones de los 100 años de Amália Rodrigues destaca un concierto en la finca de Brejão (que era propiedad de la diva del fado), así como la Fiesta del Fado, que marcará la apertura de las casas de fado después de estar paradas a causa de la pandemia.