¿Cuál es el significado de la Semana Santa en Portugal?

Moderación para no repetir la situación de después de Navidad, esta es la petición del Gobierno para este periodo de Pascua

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Por segundo año consecutivo, los portugueses pasarán la Semana Santa confinados. A diferencia de la Navidad, el periodo de Pascua va a desarrollarse en medio de varias restricciones, especialmente en lo que se refiere a los desplazamientos entre municipios, para que no haya las habituales reuniones familiares. Tampoco habrá lavado de pies, entrega de ramos y beso en la cruz.

El día anterior a esta limitación de circulación (que no incluye a los extranjeros), el 11% de los portugueses se han apresurado a hacer viajes de hasta 100 kilómetros. De hecho, las más altas instancias del Gobierno portugués han pedido públicamente a los portugueses que se contengan, pero todo apunta a que los hábitos se mantendrán, incluso en casa. Hay que tener en cuenta que Portugal es uno de los países más religiosos de Europa.

¿Cómo es la Semana Santa en Portugal?

La Pascua, como festividad religiosa, tiene sus tradiciones, variando de región a región, pero si hay algo que era «normal» (digo «normal» entre comillas, pues desde que comenzó la pandemia el mundo está al revés) eran los encuentros familiares y, como buenos portugueses, la comida no puede faltar.

A nivel gastronómico, el Viernes Santo no comemos carne y la alternativa recae en especialidades como el pulpo o el marisco. Ya el domingo, la carne es la «reina» y el cabrito asado o el cordero son los platos principales en las mesas. En los postres no puede faltar el chocolate (hasta puede ser de «Regina»), las almendras o el «folar». Este pan relleno, muy apreciado en el norte de Portugal, es regalado por los padrinos a los ahijados. Ahijados que, especialmente en las aldeas del interior, deben ofrecer en reciprocidad a los padrinos una rama de olivo o de violetas en el Domingo de Ramos. También en la pastelería encontramos bizcocho y una gama de pasteles decorados con pollitos, así como otros elementos que nos recuerdan el ambiente primaveral en el que estamos.

Las celebraciones religiosas de este año no se celebrarán, pero además de las ceremonias religiosas habituales, también tenemos las procesiones. En las visitas de los sacerdotes, donde es posible besar la cruz (que significa el amor a nuestros semejantes), las familias abren la puerta de sus casas. En las casas son recibidos con bizcocho, folares, vinos y licores, delicias que simbolizan la hospitalidad.

La Semana Santa en Braga es una de las más concurridas del país, con miles de personas en las calles para ver los altares, flores, luces y bandas púrpuras. Las procesiones a la luz de las antorchas, vigilias nocturnas y representaciones religiosas son otras de las actividades habituales en la Pascua de Portugal.

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