La Asamblea de Docentes por la Pública de Madrid se concentró el miércoles 16 de octubre frente a la residencia del embajador portugués en España, Francisco Ribeiro de Menezes, para hacerle saber mediante una carta «las dificultades con las que nos encontramos para ejercer nuestra labor como trabajadores de la enseñanza», según informa el diario digital El Salto.
En la carta afirman que «teniendo en cuenta que no todos los sistemas educativos son perfectos y que siempre hay sombras, creemos que Portugal está haciendo una fuerte apuesta, con buenos resultados, por la educación pública y la equidad, y por eso decidimos tomarlo de referencia para este acto simbólico». Consideran positivo que la enseñanza concertada en Portugal sea «muy residual».
Más allá de esa simpatía, sus pares portugueses han estado movilizados en los últimos meses para recuperar integralmente «el tiempo de servicio congelado», una reivindicación que contó con el apoyo de partidos de derecha e izquierda, menos el Partido Socialista. El primer ministro António Costa amenazó, en mayo, con dimitir si salía adelante esa proposición de ley.