Una treintena de trabajadores de la Embajada y otras instituciones públicas españolas en Portugal se han concetrado en Lisboa para reivindicar unas condiciones de trabajo y de salario dignas acordes al nivel de vida de Portugal tras trece años de congelación salarial. «La reivindicación fundamental es que llevamos desde 2009 sin que se aplique la ley según la cual se deberían actualizar los salarios del personal laboral en el exterior», ha declarado a la Agencia Efe y TVE Juan Agüero, que trabaja desde 2017 en la Consejería de Educación.
Los empleados, que no son funcionarios y ascienden a cerca de 100 entre todas las oficinas, forman parte del comité del Personal Laboral del Servicio Exterior (PLEX). Durante estos años, manifiestan en un comunicado, el personal ha visto mermada en Portugal su capacidad de compra en un 23,5% por el incremento de la energía, la alimentación, los servicios asociados a cuidados personales, la vivienda o el alojamiento.
«Supone una pérdida del 23,5% del poder adquisitivo, es decir, una cuarta parte del salario se ha perdido por causa de no haber vivido una revalorización que en cualquier empresa privada o cualquier entidad de ámbito autonómico o local se aplica, pero nosotros olvidados y abandonados», ha explicado por su parte Reyes Villajos, otro de los afectados.
Entre otros reclamos también piden mejoras de recursos tanto a nivel técnico como humano, la inclusión en el convenio único de la Administración General del Estado (AGE), la cobertura de gastos médicos en su totalidad o pagas extraordinarias completas. «Hay apoyos sociales como el apoyo al transporte donde estamos excluidos, como si tuviéramos alguna ventaja. Es una situación que se ha ido alargando mucho tiempo y que creo que en todas las delegaciones del mundo es así», detalla Agüero.
Durante el acto, los trabajadores españoles y portugueses han mostrado carteles como «si somos invisibles, somos inservibles», «AGE, si me abandonas a mí, abandonas a todos los españoles en el exterior» y «personal laboral abandonado, personal laboral desmotivado». Los concentrados forman parte del personal de la Embajada de España, del Consulado, del Instituto Español Giner de los Ríos, del Instituto Cervantes, de la oficina de Turismo y de la oficina comercial.
La protesta en Portugal sigue a las iniciadas en los últimos meses en La Haya, Londres o Bruselas y continuará al menos todos los lunes hasta el 25 de julio. Si la situación no se soluciona, no descartan una huelga. «No se puede descartar nada. Estamos en una situación complicada y eso es algo que hay que tener en cuenta. Igual que compañeros de otros países han tomado la decisión, nosotros en cualquier momento la podemos tomar», ha añadido Villajos.