El Seminario Transfronterizo, organizado por el Rotary Club Porto-Foz bajo el impulso de Helena Alves, ha tenido lugar el 11 de mayo a través de la plataforma Zoom, y ha contado con 30 asistentes, entre rotarios, miembros del Foro Cívico Ibérico y ciudadanos rayanos, de nacionalidad portuguesa y española. El primero de los temas del programa ha sido el llamado pasaporte de vacunación, donde el exjuez presidente de la Comarca de Oporto, José António Rodrigues Cunha, ha explicado la importancia de mantener la movilidad y ha reconocido la ineficiencia sanitaria del cierre de fronteras terrestres. En el mismo bloque, Acácio Pereira, presidente del Sindicato de Inspectores del Servicio de Extranjeros y Fronteras, ha detallado las reglas actuales en las fronteras exteriores de Portugal.
El evento también ha tenido la participación del académico universitario y médico, experto en Ética, el profesor Miguel Oliveira da Silva que fue presidente de la Comisión de Etica de la Asamblea de la República y consejero para las Leyes Portuguesas. Oliveira da Silva ha defendido un principio de igualdad en la puesta en práctica del pasaporte de vacunación.
El segundo de los temas ha sido el impacto de la de la pandemia en la economía transfronteriza. Pablo Rivera, director ejecutivo de la Eurociudad Chaves-Verín, ha informado de la existencia de siete eurociudades, dos de ellas con personalidad jurídica (Chaves-Verín y Guadiana). Rivera considera que el cierre de fronteras se hizo sin entender “la excepcionalidad de las eurociudades” por ser “un área funcional urbana de carácter singular”. Tampoco hubo planes en conjunto, ha criticado. El error del modelo de cierre de fronteras, ha recordado Rivera, ha sido reiterado, primero en 2020 (durante 75 días) y después en 2021 (durante 90 días).
El director ejecutivo de la Eurociudad Chaves-Verín considera que el cierre es “equivalente a levantar muros en un mismo barrio”, afectando negativa y prolongadamente a las relaciones sociales, familiares y económicas. El resultado negativo de este cierre ha sido que la “confianza mutua se ha deteriorado”. Lo positivo ha sido que los portugueses y los españoles han sentido “saudades” entre sí, lo que abre una perspectiva optimista de buenos vientos y buenos casamientos.
Las eurociudades exigen “modelos de gobernanza multinivel”, en coherencia con un principio de subsidiariedad, así como reivindican que se tengan en cuenta sus tarjetas de residente transfronterizo. Pablo Rivera ha citado un informe de la Universidad de Vigo donde detalla la intensidad de la crisis económica generada por el cierre de fronteras, cuantificada entre 200 y 300 euros de gasto adicional medio de transporte por trabajador y de 20 minutos adicionales de tiempo perdido, lo que hace una suma total de 180.000 horas de trabajo perdidas. Por todo ello, sumado a otros factores que limitaban el consumo, la caída del PIB ha sido más acentuada en La Raya que en otros territorios.
Juan Antonio Blanco, empresario de Fuentes de Oñoro, ha sido testigo de una caída del 80% de la facturación, así como considera que Vilar Formoso y Fuentes de Oñoro forman un mercado único. En muchos casos, sólo una empresa ofrece un determinado servicio a clientes de ambos lados de la frontera. Por tanto, un cierre fronterizo rompe el mercado y genera dificultades a empresarios y clientes. Por último, el empresario salmantino ha relatado el impacto psicológico y la ruptura de la vida cotidiana, en un lugar singular dada la unidad urbana y la importancia internacional de una frontera por donde pasan diariamente más de 3.000 camiones.
Pablo Castro, del Foro Cívico Ibérico y EL TRAPEZIO, ha declarado que, a pesar de que el cierre fronterizo “no ha sido caprichoso” dada la pandemia, “no se ha tenido en cuenta la peculiaridad de La Raya”. El cierre requería “hilar fino”, ha argumentado. “No se puede hablar de hermandad y tener un trato fronterizo más duro que con el caso francés”, ha afirmado Castro, quien ha presentado también los objetivos del Foro Cívico Ibérico y EL TRAPEZIO para avanzar en las comunicaciones, en la aplicación de la Estrategia Común de Desarrollo Transfronterizo y en la creación de un Consejo Ibérico bilateral, lo que evitaría que se repitieran decisiones equivocadas. Igualmente ha reivindicado la línea de alta velocidad entre Lisboa y Madrid, así como el apoyo público a la economía transfronteriza del mismo modo que se ayuda a otros sectores económicos con crisis agravadas por las limitaciones a la movilidad. Por último, Pablo Castro ha señalado, que dentro del escenario de crisis, ha aparecido una oportunidad, que viene de la mano de la reacción positiva de la ciudadanía, en contra de los abusos del cierre duro fronterizo, lo que supone un ejemplo de articulación de una sociedad civil ibérica.