¿Elecciones mediatizadas?

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Estoy gratamente sorprendido por la cobertura mediática que en España están recibiendo los procesos electorales en este inicio de 2022. Acostumbrado a la tradicional irrelevancia que los asuntos de Portugal suscitan en gran parte de la Iberia española y al ninguneo periodístico que las Comunidades Autónomas menos pobladas sufren habitualmente, veo atisbos de cambio en los últimos tiempos. No obstante, mi visión puede estar distorsionada debido a que mi foco de interés se encamina hacia este tipo de noticias electorales y de territorios de “segunda línea informativa” en los diferentes medios de comunicación que leo cada mañana, que escucho cada tarde y que veo cada noche. Nada, pues, más lejos de la realidad.

Las elecciones portuguesas han recibido una cobertura en prensa, radio y televisión que –creo– no tiene antecedentes. Y me refiero particularmente a Radio Televisión Española (RTVE), que ha mostrado una notable calidad informativa en sus especiales de Radio 5 y del Canal 24 Horas, como bien señaló Pablo González hace unos días. Ha sido puntual, cierto, y no es ni mucho menos suficiente para terminar con el extendido desconocimiento que los españoles tenemos sobre Portugal, pero es un pasito más y es digno de reconocérselo a la Radio Televisión pública española. Otros canales y diarios también han procurado cubrir estas importantes elecciones, si bien aún muy lejos de lo deseado. En lo que a medios regionales se refiere, Galicia y Extremadura siguen apostando por ofrecer información portuguesa que no se limita a los periodos electorales, algo que se viene incrementando en los últimos años y que dice mucho de los nuevos tiempos iberistas que corren en estos territorios. Caso especial, por supuesto, es EL TRAPEZIO, que se está convirtiendo en el medio iberista de referencia.

En cuanto a Castilla y León, nunca antes se habían convocado elecciones para ser celebradas en solitario, es decir, en una jornada en la que solo los castellanos y leoneses van a votar, sin más interferencias de otros territorios españoles. Todo el foco mediático de la política, por tanto, se encuentra ahora puesto en lo que ocurrirá el próximo domingo 13 de febrero en la cuenca del Duero. En este punto, los españoles estábamos habituados a que Cataluña, Madrid, País Vasco, y en menor medida, Andalucía, Galicia y Valencia, eclipsaran la palestra informativa, sobre todo en años de urnas. Es algo inaudito para Castilla y León. Pero además de la “soledad electoral” de los castellanos y leoneses para esta ocasión, otros motivos hacen que el interés del periodismo político engorde las noticias de esta región en los medios estos días.

Uno es el tema de la España Vaciada y el impacto que sus formaciones políticas o agrupaciones de electores puedan tener. Resulta muy atrayente la cuestión en tanto que trasciende el eje ideológico tradicional para subrayar la problemática demográfica y rural, muy significativa en Castilla y León. Así, estas elecciones serán el punto de salida y laboratorio para esta nueva forma de expresión política. Las encuestas dan por seguro que la plataforma Soria Ya obtendrá un gran resultado –entre dos y tres escaños- y tal vez la Vía Burgalesa de la España Vaciada consiga también representación. Más difícil parece que lo tienen los hispanovaciados de las provincias del oeste de la Comunidad cuando, paradójicamente, las áreas rayanas zamorana y salmantina son las que más acusan la despoblación. Pero quizá en estas tierras occidentales es el partido político Unión del Pueblo Leonés el que cubre el espacio provincialista –o, más bien, regionalista–, otorgándole las encuestas también una horquilla de entre dos y tres escaños (sobre todo en la provincia de León). La búsqueda del reconocimiento y de la autonomía de la Región de León es la impulsa a este movimiento, ya bien enraizado y con ilusionante proyección. En otra disyuntiva distinta pero parecida se inscribe Por Ávila, que seguro volverá a obtener representación en las Cortes.

Más allá de la clásica lucha política entre bloques de izquierda y derecha y su repercusión posterior en clave nacional, son muchas otras, como vemos,  las razones por las que estas elecciones en Castilla y León son diferentes y merecedoras de una atención mediática especial. Ojalá sirva esta circunstancia castellana y leonesa, como ha sido la portuguesa, para que por fin se ponga el foco en la Iberia olvidada.

 

Juan Rebollo Bote

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