Si Extremadura y Galicia han protagonizado las principales reivindicaciones para que los Gobiernos de Lisboa y Madrid tengan en cuenta sus conexiones ferroviarias como prioritarias, ahora se suma una asustada Salamanca* que puede quedarse viendo cómo circulan trenes de mercancías en dirección a Portugal sin tener ni uno sólo de pasajeros. Recordemos que el servicio del Lusitania Express está suspendido (al igual que el Sudexpresso hacia Hendaya), desde el inicio de la pandemia, y la posición de Renfe es que no quiere retomarlo en las mismas condiciones.
Renfe prefiere un tren diurno por Badajoz como propone la Plataforma del Corredor del Sudoeste Ibérico que recientemente ha conseguido el apoyo del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. Paradojas de la vida, su segundo apellido nos remite a la conexión salmantina por Vilar Formoso (Almeida)-Fuentes de Oñoro (Salamanca). La capital charra está construyendo un Puerto Seco, aprovechando su conexión con Hendaya. Y la línea está electrificándose hasta la frontera desde Salamanca y desde Guarda. Para Salamanca, si se mantuviera el Sudexpresso que va desde Lisboa hasta Hendaya, le bastaría para mantener el nocturno a Lisboa. Con Madrid ya tiene buenas conexiones diarias que progresivamente se van restableciendo.
El Lusitania Express y el Sudexpresso se unificaron por razones de rentabilidad, compartiendo maquinista hasta Medina del Campo, donde se separan los vagones según el destino. Entre las diferentes posibilidades que pongo encima de la mesa está la opción de mantener los nocturnos sólo los viernes y domingos para quienes viajen para disfrutar el fin de semana o para quienes vuelvan o vayan a trabajar durante la semana al país vecino, «ahorrándose» una noche de hotel. Recordemos que el servicio consta de dos trenes uno que pone Comboios de Portugal y otro que pone Renfe, que salen por la noche de cada una de las capitales ibéricas, y en Medina del Campo se redistribuyen los vagones, desgajándose un tercer tren (uno va a Lisboa, otro a Madrid y otro a Hendaya).
Hay que reconocer que el Lusitania Express tal y como estaba en su última versión, con un alto número de paradas y con el ruido de los viejos trenes (diesel), lo hace difícil para conciliar el sueño. Ya no se diga quien va en clase turista sentado en butacas incómodas, una experiencia que viví en 2016, donde grupos de jóvenes turistas con ganas de juerga convierten el vagón en un bar y no es precisamente el tren ochentero de La Movida entre Madrid-Vigo. Porque si es para ir de fiesta que se haga un vagón discoteca. Es un ambiente parecido a los vuelos de Ryanair o un autobús de viaje de fin de curso. Por otro lado, las horas intempestivas con las que llega a Salamanca y a la Beira (la región vecina portuguesa), lo hacen poco útil para los rayanos. Y las más de diez horas de recorrido, lo hacen insoportable. Al final, la paliza mata al romanticismo del tren y el día comienza con cansancio. Además, por la noche desde la ventanilla no se ven paisajes. Por tanto, se pierde la utilidad del servicio y el romanticismo del producto turístico. Ni lo uno ni lo otro. Probablemente haya que separarlos para hacerlos rentables.
De hecho, parece que Renfe ha pensado en un producto distinto para el romanticismo. Renfe tiene varios “cruceros ferroviarios” de viajes que duran una semana con trenes de lujo, como el Transcantábrico (entre San Sebastián y Santiago de Compostela) o el Tren de Al-Ándalus que tiene dos rutas: una Ruta Andaluza entre Sevilla, Córdoba, Cádiz, Ronda y Granada, y una nueva Ruta Lusitana, que se estrena en 2022, que pasa por Sevilla, Mérida, Lisboa y Oporto. Por lo tanto, ya existe un proyecto turístico, lo que ocurre es que probablemente sea demasiado lujoso. Por ello, Renfe podría pensar en reconvertir el Lusitania Express en un producto turístico de gama media, sin desdeñar el tren luso-andalusí que es para un público con mayor poder adquisitivo, que recorra las principales ciudades de Portugal y las regiones fronterizas españolas, incluyendo la Linha do Douro. Me lo imagino con actuaciones de Fado, platos de bacalhau à brás y aprendizaje de la comprensión del portugués para hispanohablantes, etc.
Salamanca ya tiene un tren que en hora y media llega a Madrid, pero no tiene trenes de pasajeros con Portugal. Salamanca necesita tener, como mínimo, servicios de tren diurnos con Guarda (un «Tren Unamuno»), porque desde allí hay conexiones frecuentes con Covilhã, Fundão y Castelo Branco en la Línea de la Beira Baja (en paralelo a cierta distancia de La Raya) y con Coimbra y Oporto por la Línea de la Beira Alta (en perpendicular a la Raya; actualmente en obras). Por ambos lados se puede llegar a Lisboa. Si el Gobierno luso quería el restablecimiento del Lusitania es porque las obras permiten el paso de trenes, como ya lo hacen los de mercancías, o tal vez, cabe una nueva ruta por la Línea de Beira Baja para conectar Salamanca con Lisboa; incluso un servicio Salamanca con Badajoz por la red portuguesa. Por otro lado, es una prioridad que los trenes portugueses de pasajeros que lleguen a Vilar Formoso terminen en Salamanca y que exista una conexión diaria con Guarda, que podría ser un Sudexpresso diurno.
Mi criterio es que todas las conexiones son bienvenidas. Todos los corredores deben enlazarse y complementarse. El Gobierno español tiene que promover el turismo en Portugal y en La Raya, estimulando la demanda de billetes de tren, por razones de Estado, para mejorar la comunicación entre ambos países y así corregir asimetrías históricas. La rentabilidad no debe ser el criterio único para las conexiones y los servicios. Defiendo que haya paradas de estas líneas hispanolusas en las poblaciones rayanas para revalorizarlas en coherencia con la Estrategia Común de Desarrollo Transfronterizo.
Salamanca merece su conexión de pasajeros y debe ser compatible con el resto. Igualmente es de justicia que Badajoz tenga una buena conexión con Lisboa y Madrid. Las obras del Corredor del Sudoeste Ibérico avanzan a buen ritmo. Y no se me olvida: que haya una comunicación de alta velocidad en el Eixo Atlántico, entre el litoral gallego y portugués, es también urgente. Uno de los objetivos de EL TRAPEZIO es defender por igual los intereses de todas las regiones de la Raya, manteniendo un equilibrio y la compatibilidad negociada de diferentes proyectos de conexiones ferroviarias. No debe haber exclusividad ni perdedores en la vertebración de la red de ferroviaria ibérica.
Pablo González Velasco
* La Asociación de usuarios del tren rápido Salamanca-Madrid y el PP de Salamanca son los que han protestado recientemente ante la suspensión del Lusitania Express y el Sudexpresso.