¿Una “huelga” en toda La Raya para abrir la frontera?

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Estamos ante la enésima humillación que sufre la población rayana por la nueva renovación, valga la redundancia, del cierre de la frontera, a pesar de los buenos datos epidemiológicos y del ejemplo de la frontera hispanofrancesa. Este ejemplo consiste en fronteras abiertas para quienes lleven un PCR negativo o, sin necesidad del mismo, para residentes fronterizos en un radio de 30 kilómetros a ambos lados de la frontera. Después de tantas decepciones y menosprecios, la pregunta es si los gobernantes o alcaldes, cómplices de esta situación, van a pasar impunes por la agonía y la ruptura de la comunidad rayana, o si les va a pasar factura. Lo cierto es que, para molestar a Lisboa o Madrid, cualquier acción reivindicativa tiene que salir en el telediario, debe tener continuidad y tiene que conllevar un coste político, e incluso económico, que afecte a la imagen pública de dichos responsables políticos.

¿Qué arma tiene la población rayana? La respuesta es su ubicación. Si los Estados tienen control sobre la regulación de la frontera, los rayanos pueden en protesta impactar también en el flujo de la frontera. Si la idea de los Estados es cerrarla, entonces que así sea. Mi idea sería sellar la frontera especialmente a camiones con un muro de personas hasta que los Gobiernos de Madrid y Lisboa establezcan una regulación sanitaria en la frontera con régimen de excepcionalidad para los residentes transfronterizos. Sin duda seria espectacular ver, al estilo de una huelga, el corte de todos los pasos fronterizos de La Raya precisamente para reivindicar su reapertura. Evidentemente no estoy convocando a una desobediencia civil que conduzca a enfrentamientos que puedan causar víctimas, sino a una acción que pueda durar dos o tres días; los suficientes para obligar a los Gobiernos a negociar. No se trata de un chantaje ni de un capricho sectario, sino de exigir igualdad de trato con la frontera hispanofrancesa. Es pura racionalidad e igualdad de derechos.

Es cierto que la pandemia desincentiva la movilización, pero también hay que decir que una movilización pequeña con medidas de seguridad sanitarias, con una performance contundente, en un contexto de pandemia, puede tener el mismo efecto de una gran movilización en tiempos de no-pandemia. Lo digo porque hay alcaldes con miedo de que la población no les siga si convocan movilizaciones contra el cierre de la Raya.

Ha tenido lugar este sábado una reunión del Foro Cívico Ibérico, que ha contado con 13 participantes, con una representación equilibrada española, portuguesa y rayana. Las sucesivas intervenciones han mostrado su inquietud ante las quiebras y agonías empresariales y personales en la Raya, así como ante la falta de sensibilidad de los Gobiernos ibéricos, que evidencian, al margen de la retórica, la falta de coordinación institucional.

En la reunión se ha constatado que las áreas despobladas y envejecidas, como la rayana, carecen de poder de voto y poseen escasa capacidad movilizadora. Se proponen alternativas como redes de influencia. En ese sentido, se van a realizar reuniones y el Foro va a apoyar un acto telemático. La idea es conseguir el apoyo de personalidades o medios de comunicación para que puedan servir de correa de transmisión, pero la sensación actual es de poca o nula solidaridad, incluso de aquellos habitantes de la zona que emigraron a las capitales, y que hoy ocupan espacios de poder, y se desentienden de sus lugares de origen.

La cobardía de los alcaldes, con algunas excepciones, es notoria. Piensan que la población no va a apoyar movilizaciones, olvidándose que, en el caso de Portugal, los alcaldes rayanos tienen unas elecciones a la vuelta de la esquina, y su pasividad puedes pasarles factura electoral. Un ejemplo es el alcalde de Campo Maior, presidente de la Eurociudad Eurobec (Badajoz-Elvas-Campo Maior), que ha reconocido que hasta el pasado fin de semana llevaba seis meses sin pisar España, y podía hacerlo por razones de trabajo o en el periodo que estuvo la frontera abierta. Desafortunadamente no es el primer presidente de Eurociudad que colabora con cortes fronterizos irracionales.

Olga Afonso del Frente Cívico Vilar Formoso-Fuentes de Oñoro ha sido un ejemplo de movilización de la sociedad civil rayana. Olga ha explicado a los políticos locales el estatus de la frontera hispanofrancesa, que desconocían completamente. Estos políticos se indignan, pero no tienen la suficiente valentía como para hacer una protesta. Eso sí, debemos reconocer que al menos el alcalde de Fuentes de Oñoro ha realizado una denuncia mediática contundente y ha interpelado a la Junta de Castilla y León.

Algunos alcaldes, meses atrás, protestaron por más puntos de paso, pero ahora es evidente que la reclamación es la apertura total, o la excepcionalidad para residentes transfronterizos en un radio de 30 kilómetros, una reivindicación a la que se ha sumado también la Eurociudad Chaves-Verín, cuyo equipo gestor siempre ha sido fiel al ideario de las agrupaciones europeas, al igual que varios alcaldes del Miño.

Durante la reunión del Foro Cívico Ibérico se ha alertado del crecimiento de la pobreza extrema en La Raya, algo que las instituciones y los ciudadanos debemos implicarnos para que nadie llegue a una situación límite. Por otro lado, también se plantea realizar reuniones con autoridades como la representación de la Comisión Europea, por ser la institución más sensible al efecto frontera.

Entre las diversas organizaciones estuvo presente la Asociación Todavía, que reivindican, en la vía férrea de la Fregeneda, el uso de algún tipo de vehículo ferroviario. El llamado Camino de Hierro acaba de ser inaugurado para uso turístico-peatonal. La discusión con la Diputación de Salamanca consiste en el dilema de si es más peligroso el recorrido en tren o en senderismo. Recordemos que el recorrido (de 17 kilómetros) pasa por 10 puentes de gran altura, 20 túneles y unas maravillosas vistas en un territorio muy cercano a Portugal.

Paulo Gonçalves, presidente del Movimento Partido Ibérico, ha invitado a los participantes del Foro a participar en la revisión de la Declaración de Lisboa, así como nos ha informado que el Partido Ibérico Iber y el mPI han solicitado “aos Governos de Portugal e Espanha, bem como à Iberdrola, atual exploradora da barragem [embalse], que, encetem um diálogo para, quando possível e enquanto a nova ponte que ligará Montalvão a Cedillo não estiver pronta, se proceda à reabertura da passagem. Esta medida trás enormes vantagens às populações dos dois lados da fronteira, já tão massacradas pelo isolamento, a todos os níveis, a que esta gente está deixada”.

La próxima Cumbre Ibérica será en el segundo semestre. Cabe preguntarse para cuando se convocará la segunda reunión del Mecanismo de Seguimiento de la Cumbre Ibérica, un órgano creado por ambos Gobiernos. El próximo miércoles 21, Pedro Sánchez y António Costa, así como Felipe VI y Marcelo Rebelo de Sousa, se reunirán en Andorra, en el marco de la Cumbre Iberoamericana. Esperemos que se pongan las pilas para que la Estrategia Común de Desarrollo Transfronterizo no pierda credibilidad. Asimismo, dada la cercanía de la Cumbre a la frontera hispanofrancesa, sería deseable que las autoridades ibéricas se dieran cuenta que los residentes rayanos no son ciudadanos de segunda.

Pablo González Velasco

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