EL TRAPEZIO entrevista a Carlos Jorge Duarte Santos, ministro de Turismo y Transportes de Cabo Verde

“Estamos negociando con compañías low costs recuperar la conexión aérea directa con España”

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En apenas 15 años Cabo Verde ha logrado estar en el mapa de destinos turísticos de los grandes turoperadores. Es un destino seguro, cuenta con muy buen clima y la hospitalidad de su gente son algunos de sus atractivos poco conocidos por los españoles por la falta de conexión aérea directa. Portugal, por el contrario, es uno de los principales mercados emisores del turismo caboverdiano.

¿Cómo ha conseguido Cabo Verde convertirse en un destino turístico?

Somo un país pequeño, al sur de las Islas Canarias, en el que se han ido descubriendo sus playas. Estamos a 4-6 horas de las principales capitales europeas. Somos un país democrático, con libertad de expresión, que se ha ganado la confianza de la comunidad internacional. Fue a raíz de la apertura del hotel español Riu, en Sal, en 2005, cuando comenzó a colocarse como un destino turístico fuerte.

En 2019 recibimos a 820.000 turistas y en los últimos 10 años hubo un crecimiento medio del turismo del 10%, sector que representa cerca del 25% del PIB. Uno de cada cinco caboverdianos vive del turismo y el 60% de las exportaciones de servicios y bienes son del turismo, por lo que tiene una gran importancia. Y también a nivel social, ya que vemos que las islas con más turismo, Sal y Boavista, tienen menos tasa de pobreza.

Esperamos que el invierno sea bueno, que es nuestra temporada alta, porque ya están funcionando muchos operadores de distintos países. En verano los portugueses han sido nuestra gran esperanza. Teniendo en cuenta que Sal y Boavista concentran el 95% de las pernoctaciones, nuestro desafío ahora es la desconcentración.

Han optado por un modelo de turismo sostenible

Sí, apostamos en un turismo sostenible que preserve los recursos naturales y los recursos humanos, que sirva para las generaciones actuales y las futuras. Queremos un turismo resiliente. Contamos con un programa operacional para los próximos cinco años en el que uno de sus ejes es dicha sostenibilidad. Estamos invirtiendo también en infraestructuras y realojando poblaciones de los barrios más degradados. Además, introducimos pequeñas empresas en todo este movimiento.

¿Por qué los españoles no han descubierto todavía Cabo Verde como destino de vacaciones?

Entre 2014 y 2017 tuvimos la visita de bastantes españoles gracias a una conexión aérea directa. Una vez que no hay estos vuelos directos, es más difícil, y reconozco que nos ha faltado promoción del destino. Tenemos pocos recursos para marketing, pero esperamos reforzarlo en los próximos años. Además, ya estoy en conversaciones con dos low cost para poder recuperar la conexión directa entre Madrid y/o Barcelona con Sal. Por el Covid el vuelo semanal con Canarias se dejó de realizar y esperamos recuperarlo pronto.

¿Qué turistas son los que más les visitan?

En 2019 los ingleses representaron el 27% del total. También llegan italianos, alemanes, portugueses, este verano bastantes polacos… Pero queremos diversificar más nuestros mercados emisores para ser menos vulnerables. EE.UU. está ahora en nuestro radar. Hay medio millón de caboverdianos que viven allí, descendientes de emigrantes, y queremos traerlos para que visiten la tierra de su familia.

¿Qué ofrece Cabo Verde a los turistas?

Somos un país seguro, con buen tiempo, una buena localización y estabilización política. Queremos que el turista conozca todas las islas porque además del sol y playa más característico de Sal y Boavista, hay oferta de ecoturismo en Fogo, São Nicolau o São Antão, por ejemplo. Por eso estamos reparando caminos, recuperando miradores y piscinas naturales. Además, apostamos por el turismo de segunda residencia, como ha hecho el sur de España, y por el turismo de cruceros. Es un destino muy buscado por deportistas de surf, kitesurf, buceo…Tenemos viento y olas y muchos campeones mundiales de estas modalidades.

Nuestra música es también un atractivo turístico, y la gastronomía, una mezcla de influencia asiática, rusa y europea. Contamos igualmente con la hospitalidad del caboverdiano que aunque es algo menos tangible cualquier turista se da cuenta y lo aprecia.

¿La falta de una mejor infraestructura sanitaria perjudica al turismo?

Vamos dando pasos para evitarlo. En los últimos cuatro años hemos invertido 40 millones de euros en distintas infraestructuras, entre ellas dos centros de salud en Sal y Boavista. En Praia hay un hospital central y queremos construir uno nuevo.

¿Qué número de turistas puede llegar a acoger Cabo Verde?

El objetivo antes de la pandemia era llegar en 2021 al millón de turistas que ahora esperamos alcanzar en 2025. Es un buen número por la dimensión de las islas. Además, los turistas están muy concentrados en los hoteles y no se siente presión en las ciudades. En 2030 podemos estar hablando de una cifra muy superior, los 3 millones de turistas. Pero el desafío es reorientar ese turismo, mantener el producto sol y playa y agregar otros productos, como el turismo de aventura el cultural o el de eventos y congresos, sin olvidar toda la actividad acuática. Apostamos por esa diversificación.

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