El II Encuentro ibérico de Agrupaciones Europeas de Cooperación Territorial (AECT), que se ha celebrado los días 18 y 19 en Bouzas (Vigo), ha finalizado con un clima de unión y reivindicación de las diferentes AECT ibéricas. Todas las entidades han coincidido en la necesidad de eliminar los obstáculos, tanto físicos como burocráticos, que todavía frenan el pleno desarrollo de los territorios de frontera; resaltando el impulso de las instituciones europeas por reforzar la cooperación territorial y lograr un marco común para los 1,3 millones de trabajadores transfronterizos que hay en la UE.
En los dos días del evento se ha defendido el papel de las AECT como entidades clave para la cooperación y el desarrollo transfronterizo, como nexo entre instituciones y agentes territoriales. En este sentido, se ha destacado que muchas de las regiones transfronterizas son, al mismo tiempo, periféricas, lo que se traduce en una doble “penalización”, con retos muy específicos a tratar.
Las AETC han expuesto que los proyectos que se están llevando a cabo promueven y facilitan sinergias institucionales, empresariales y personales, que se traducen en un desarrollo más sostenible y una mejor calidad de vida en unos territorios en los es necesario fijar población.
La búsqueda de nuevas vías de financiación, más allá de los programas INTERREG, ha sido otro punto que se ha tratado como necesario para ampliar las áreas en las que trabajar. Así, con muchos retos por delante, las AECT han vuelto a citarse para otro encuentro en 2025.
