He trabajado muchos años en Reino Unido, como profesora e intérprete de español y portugués, y como técnica en el área social del municipio donde resido. También he cursado varios estudios en la Universidad.
Tengo algunas cosas que contar para una plataforma de temática ibérica, estaría bien una entrevista, pero mientras llega un periodista, voy a autoentrevistarme. Why not?
¿Cómo ha evolucionado el estudio del castellano y el portugués en el Reino Unido en las dos últimas décadas?
El portugués fue impartido durante algunos años como actividad extra curricular, creada para jóvenes con esa lengua materna. Esto fue algo innovador, consistía en un apoyo prestado a los alumnos con la intención de prepararlos para alcanzar el nivel requerido para el grado GCSE – (Certificado General de Educación Secundaria).
En este país una buena nota en este examen, contabiliza a la hora de acceder a la enseñanza superior. Se asume que estos chicos podrán demostrar su competencia en lengua portuguesa, cuestión que frecuentemente no es cierta dado su bajo nivel cultural. Pero esta actividad extra curricular se acabó pronto víctima de recortes presupuestarios y los alumnos perdieron la oportunidad de conservar su lengua y crecer bilingües.
En las enseñanzas superiores el portugués tuvo cierto interés, pero no lo suficiente como para establecerlo entre las lenguas extranjeras de preferencia.
En relación al español, se convirtió en una lengua muy popular a principios del siglo XXI. Las escuelas secundarias empezaron a impartir clases de castellano, y tomaron gran protagonismo en sustitución del alemán. Pronto también se expandió a la educación superior.
Sin embargo, en el presente ha decaído bastante, principalmente debido a los recortes financieros que ha adoptado el gobierno. Hubo un apogeo del castellano en el que tuvo un gran impacto como lengua extranjera aprendida con fines académicos, como lengua empresarial, o como lengua del turismo. Pero con el pasar de los años, las Lenguas Extranjeras Modernas han decaído. Seguramente influya que el inglés se habla más y más en otros países, por lo que no se ve la necesidad de aprender otras lenguas.
¿Cómo he sido recibida y tratada en el Reino Unido?
Buena pregunta. Como a una Reina, jaja…
La verdad es que este país me ha recibido bastante bien. Podría decirse que el Reino Unido me ofreció y sigue ofreciendo muchas oportunidades, no solo en lo profesional, también en lo personal. Llegué a un país de costumbres diferentes, la acogida fue bastante impactante. Un abanico de oportunidades profesionales y de expansión personal se abrió ante mi: fui contratada por el gobierno local para atender las necesidades sociales de las familias de inmigrantes portugueses, lusohablantes en general, e hispanohablantes,
Durante este tiempo llegué a conocer a cientos de familias, muchas de las cuales llegaban en condiciones precarias. Me encargaba del apoyo inicial, hacía de interprete, les facilitaba los trámites burocráticos, la escolarización de los hijos, les orientaba en el plano laboral, les procuraba vivienda. Fue una tarea personalmente muy satisfactoria,
Aquí aprendí que el sistema protege a los vulnerables. En el Reino Unido todavía se toman en serio los derechos de las personas, lo que permite llevar una vida decente y desarrollar el potencial individual.
Las leyes de igualdad de oportunidades han permitido que cualquiera, independientemente de su color, su religión u origen, ejerza un trabajo dependiendo de sus capacidades. Esto me hizo ver que este país socialmente está mucho más adelantado que otros en Europa.
La diversidad de etnias y el orgullo de los británicos en dar apoyo y contribuir para el bienestar de cada
individuo, muestra su solidaridad para con todos pueblos. No obstante, han existido abusos y el sistema ha sido demasiado explotado, acabando con buena parte de sus recursos.
Particularmente nunca me he visto “diferente” a un británico, me he sentido como en casa, recuperando la parte británica que tengo en la familia.
¿Qué puntos de conexión hay entre la comunidad española y la portuguesa en el Reino Unido? ¿Y la nostalgia del sur, y la saudade?
Ser español o ser portugués es igual a ser inmigrante en tierras británicas. Los ibéricos convivimos sin diferencias; aquí, lejos de la península, se acentúan más los parecidos culturales, gastronómicos y el estilo de vida, al contrastarlo con los del Reino Unido. Desde Inglaterra nos perciben sin divisiones, sin antagonismos.
Las divergencias dejan de existir para dar paso a una especie de hermandad, a un sentimiento de proximidad cultural.
Los portugueses y los españoles, tenemos en Inglaterra el mismo objetivo, el mismo desafío: buscar oportunidades en un país diferente, esas oportunidades de las que no pudimos gozar en nuestros países de origen.
«A saudade» es un sentimiento que curiosamente empecé a experimentar aún antes de emigrar. El saber que había tomado la decisión de partir, daba lugar a dejar atrás una gran parte de mi vida, pero buscaba la oportunidad de expandirme y crecer.
Siento nostalgia de Andalucía, del Algarve, del clima, de sus gentes, de las fiestas, pero a veces tenemos que renunciar a todo esto por una vida más estable, ese el objetivo del emigrante.
¿Cómo está desarrollándose la integración de los hijos y nietos de portugueses y españoles en el Reino Unido?
La integración de un niño es normalmente más rápida que la de un adulto. El niño absorbe la lengua con facilidad, el niño se integra en la escuela, y practica actividades diarias que le proporciona la convivencia con otros infantes.
El fuerte vínculo familiar que tenemos en España y Portugal posibilita que los más pequeños conserven parte de las tradiciones y culturas, sintiéndose bastante arraigados a sus orígenes. También ayuda la actual facilidad de comunicación con la familia y amigos en la península, además de las vacaciones en España o Portugal. Pese a ello, como es lógico, adquieren muchos aspectos de la sociedad donde residen.
Sandra Ringler es experta en intervención en guerras y conflictos.