Portugal y el inglés (II)

Comparte el artículo:

Lo que me trajo a Madrid, hace más de seis años, fue la idea de hacerme profesor de inglés, siguiendo el consejo de un amigo sudafricano que mencionó la enorme demanda por profesores de inglés en España. Fue una experiencia aún mejor de lo que yo imaginaba. Hoy soy incluso más feliz dedicándome plenamente a la enseñanza del portugués europeo. Aprendí lecciones importantísimas tanto a nivel profesional como personal. Ya me he referido a eso en mi primera publicación en EL TRAPEZIO; ahora, continuando mi artículo anterior, deseo afirmar que los mejores profesores de inglés para españoles, siempre que estén debidamente formados, somos los portugueses. Son estas las razones:

-Somos un Estado Miembro de la Unión Europea. Al contrario de la gran mayoría del mundo anglófono, no tenemos que preocuparnos por cuestiones como visados de trabajo. Y, convengamos, los portugueses nos adaptamos fácilmente a España. Asimismo, las academias de idiomas, si no quisieren burocracia, deberán mirar muy en serio hacia Portugal en la Europa postBrexit… y también, de paso, recordar el hecho de que los Estados Unidos son el país con más casos de Covid-19 en el mundo.

-Quien conoce las similitudes entre nuestras lenguas, y el funcionamiento de las lenguas en general, sabe anticipar las dificultades de aprendizaje de los alumnos, con base a las diferencias entre las lenguas germánicas (incluyendo el inglés) y las ibéricas. El paso siguiente será orientar a eses alumnos para corregir errores gramaticales.

-Un aspecto en el que nuestras lenguas realmente no son similares es la fonología, pero esta diferencia puede beneficiar al lado español. La fonología portuguesa es bastante más compleja que la española; me referiré a esto en un próximo artículo con más detalle. Mientras que nuestra fonología posee elementos como vocales nasales (Ã, Õ, etc.) y fricativas sonoras (V, Z, J y R), estos elementos son inexistentes en español. Eso significa que, en general, tenemos una mayor capacidad para distinguir y aprender fonemas, lo que implica que también sabemos identificar las principales dificultades de pronunciación de nuestros alumnos y darles ejercicios específicos para eso.

Ocupamos el séptimo lugar en la clasificación global del Education First. Véase mi artículo anterior. De hecho, estamos constantemente expuestos al idioma inglés, lo que significa que seremos en general capaces de reproducirlo casi sin acento. Lo oímos en la televisión y la radio, lo leemos en internet y en los libros, es pura y simplemente omnipresente en nuestras vidas. Parece paradójico que, viviendo en el Alentejo, sea posible alcanzar un nivel de inglés idéntico al de los nativos, pero eso es exactamente lo que pasó conmigo.

-Nuestras relaciones con el mundo anglófono siempre han sido generalmente positivas, lo que contribuye a nuestro conocimiento de su cultura. De las alianzas diplomáticas y militares que todavía existen en el mundo, la más antigua (pese al «susto» del ultimátum británico de 1890) es la alianza anglo-portuguesa. Hay un enorme número de portugueses fuera de Portugal, muchos de ellos en países anglófonos. Nuestros vínculos con el mundo anglófono reflejan nuestra receptividad a las culturas de los países anglófonos en general; cuanto más les conocemos, mejor sabemos hablar de ellos.

Permítanme también decir que no me gusta la insistencia sistemática en «profesores nativos». España no necesita profesores «nativos»; necesita profesores competentes. Es obvio que cualquier profesor necesita ser debidamente formado, sobre todo los no-nativos, pero el hecho de que un profesor sea nativo no garantiza que sea competente. Siempre será mejor contratar a un portugués que, además de tener un certificado TEFL y treinta años de bilingüismo, ama su profesión y quiere específicamente enseñar a hispanohablantes. Y yo no soy el único.

Conclusión: ¿Quieres aprender inglés? Busca un profesor portugués.

João Pedro Baltazar Lázaro

Noticias Relacionadas