Una integración política y económica para afrontar la crisis, que ha dejado la pandemia por coronavirus, y la urgencia de la solidaridad regional, fueron los ejes de la VI cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que se ha celebrado este sábado en Ciudad de México con la presencia de 18 jefes de Estado, dos vicepresidentes, 12 cancilleres y otros funcionarios. El portugués ya no es uno de los idiomas oficiales dado que el Gobierno de Bolsonaro se ha desvinculado de la organización. No obstante, Brasil continúa formando parte de la Secretaría Iberoamericana que incluye a España, Portugal y Andorra, además de América Latina.
En el discurso de bienvenida, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha propuesto «construir en el continente americano algo parecido a lo que fue la comunidad económica que dio origen a la actual Unión Europea». La reunión ha estado marcada por la propuesta de crear un tratado económico regional continental que incluya a Estados Unidos y Canadá, las críticas y defensas a la Organización de Estados Americanos (OEA), así como el rechazo a la presencia en la cumbre del presidente venezolano Nicolás Maduro.
El respaldo a la Celac, en contra del papel de la Organización de Estados Americanos (OEA), ha estado reflejado en la importancia de la presencia del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y de los mensajes por vídeo de apoyo remitidos por el presidente de China, Xi Jinping, y del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.
Como clausura de la reunión, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, ha destacado que se han recaudado 15 millones de dólares para el fondo de desastres de la región y que se ha puesto en marcha la Agencia Espacial de Latinoamérica, además del compromiso regional para que los países no queden rezagados en el proceso de vacunación.
López Obrador ha insistido en su propuesta de crear un organismo similar a la Unión Europea en Latinoamérica y el Caribe y para ello deben llegarse a acuerdos en tres cuestiones básicas: la no intervención y la autodeterminación de los pueblos, la cooperación para el desarrollo y la ayuda mutua para combatir la desigualdad y la discriminación.