17/05/2025

Los portugueses inician la jornada de reflexión con la incógnita del voto oculto

Pedro Nuno Santos ha afirmado: “Vamos a derrotar a AD y vamos a derrotar a las encuestas”

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No es un buen tiempo para las empresas demoscópicas. Aciertan poco, da igual el país. Por este motivo, siempre queda la sospecha del tamaño y la ubicación partidaria del voto oculto. Aunque en estas elecciones no existen nuevos actores disruptivos, sí que existe la posibilidad de que algunas sorpresas concatenadas puedan inclinar el escenario político.

Dos partidos pequeños como Livre e Iniciativa Liberal pueden ser candidatos a una subida por encima de las encuestas si es que resisten al vendaval del voto útil hacia el PS y AD, respectivamente. Otra sorpresa sería que cambiase el orden del podio electoral entre AD, PS y Chega. Para que Chega adelante al PS, Livre tendría que quitar bastantes votos al PS, así como Chega tendría que pegar un bocado a AD. Más fácil parece que entre AD e Iniciativa Liberal arrebaten la mayoría simple a la izquierda (aunque AD sacó dos diputados más que el PS). La verdadera sorpresa sería si entre AD y su fiel aliado Iniciativa Liberal alcanzasen una mayoría absoluta. Para ello IL y AD tendrían que arrancar muchos votos a Chega y algunos cuantos al PS.

El primer problema que se van a encontrar los candidatos que se autoproclamen vencedores es elegir el presidente del Parlamento que necesita mayoría absoluta (116) para que el proceso político no quede bloqueado. No existen segundas votaciones con una rebaja del requisito a mayoría simple. Esto se hace antes de formar el Gobierno, que se realiza sin votación, por pura elección del presidente de la República. El criterio de Marcelo Rebelo de Sousa el año pasado fue el siguiente: “tendo a Aliança Democrática vencido as eleições em mandatos e em votos, e tendo o secretário-geral do Partido Socialista reconhecido e confirmado que seria líder da oposição, o Presidente da República decidiu indigitar o Dr. Luís Montenegro”. Obviamente se presuponía que AD tendría más capacidad para tener interlocución a ambos lados ideológicos. Además, el PS venía de una pérdida de más del 20% de los votos y había una competición con Chega en quien sería el líder de la oposición. En el caso del PS no podía perder el sentido de Estado. En Portugal, “hacerse un Pedro Sánchez”, es decir, postularse sin tener la mayoría simple de los votos, sería más complicado que en España, cuya mayoría parlamentaria aliada es absoluta y no simple (como es lo que tiene la izquierda en el Parlamento portugués).

Pedro Nuno Santos ha afirmado: “Vamos a derrotar a AD y vamos a derrotar a las encuestas”. “¡Qué nadie se quede en casa!”. Francisco Assis, que pertenece al ala más moderada del PS, considera que en la derecha no son “todos iguales” y es necesario “hacer siempre la distinción entre una derecha democrática y una derecha no democrática”. Assis valora que “aquellos que, a veces nos votan y otras vecen no van a votar, sin embargo, la mayoría de veces en los últimos años nos han votado”.

Con los resultados en la mano, si los números no dan para ningún candidato habrá que ver si se impone una política colaborativa o de chantaje entre AD y PS. Una señal clara sería si se producen dimisiones en la noche electoral o si se pasa página del escándalo de la empresa familiar de Montenegro.