El próximo 23 de octubre será el día, por fin, de la Cumbre Ibérica de Gobiernos, tras un largo periodo de interinidad electoral, en ambos países, y un cambio de Gobierno en Portugal. Entre las novedades recientes está la solución al uso del agua del embalse de Alqueva y la revalorización por parte del Gobierno portugués de la conexión ferroviaria Lisboa-Madrid. No es momento para el desánimo, aunque haya alguna autoridad diplomática en Madrid que esté empeñada en ello.
La última Cumbre luso-española tuvo lugar entre los días 14 y 15 de marzo de 2023 en las Islas Canarias, en medio de una luna de miel entre António Costa y Pedro Sánchez en el propicio ambiente iberista de la casa de José Saramago. La metáfora de la Jangada de Piedra y el acuerdo de la programación del medio siglo de democracias ibéricas nos dejaron buen sabor de boca, porque hemos venido trabajando en esa misma línea. En abril, Luís Montenegro, nuevo primer ministro luso, tuvo la cortesía de realizar su primera visita a La Moncloa. Ambos jefes de Gobierno se han comprometido a seguir siendo aliados en Europa y en Iberoamérica.
En breve se cumplirá un año y medio desde la última cumbre. Una vez asentados ambos Gobiernos ya no hay más excusas para cumplir con los compromisos acordados, aplicando el nuevo Tratado de Amistad y la Estrategia Común de Desarrollo Transfronterizo. Ambos textos apoyados (previamente) y publicados por EL TRAPEZIO y presentados en Lisboa el pasado mes de enero.
Este diario iberista -como preludio de la cumbre- va a publicar una serie de editoriales («Camino a la Cumbre Ibérica») sobre las reivindicaciones más pragmáticas de cara a consolidar y divulgar una alianza ibérica, fórmula política que ya es reconocida en notas de prensa, conversaciones y sociedad civil, pero que todavía no es una marca oficial o un término incluido en las declaraciones conjuntas, los textos legales o el lema de las cumbres.
EL TRAPEZIO hará un acompañamiento especial a las actividades del movimiento iberista, en las próximas semanas y meses, para dar a conocer las reivindicaciones más viables, que exigirán presiones multinivel, dadas las diferentes instituciones implicadas. En futuros editoriales, desgranaremos una serie de ideas que el equipo editorial de EL TRAPEZIO ha seleccionado:
1) Homologaciones automáticas de los títulos académicos – El Trapezio
2) Promoción del aprendizaje del portugués y el castellano – El Trapezio
3) Desarrollo de los mecanismos estructurados de diálogo con la sociedad civil – El Trapezio
4) Por un único huso horario en la Península – El Trapezio
6) Información meteorológica peninsular y macaronésica en TVE y RTP – El Trapezio
7) Opinión pública y publicada ibérica – El Trapezio
8) Supercopas y otras competiciones deportivas ibéricas – El Trapezio
Para conseguir estos objetivos se requerirá ejercer una presión sobre los Gobiernos de las Comunidades Autónomas y los grupos parlamentarios, conquistar complicidades en el sector privado, así como transmitir a los respectivos Secretarios de Estado para la UE que hace falta institucionalizar la relación bilateral. Ambos secretarios de Estado para Europa encabezan el Mecanismo de Seguimiento del Cumplimiento de las Cumbres Ibéricas, que solamente se reúne dos veces año. Es importante recordar que dicho mecanismo fue una reivindicación del Foro Cívico Ibérico y supone una reunión adicional a la tradicional reunión previa a la Cumbre. Un ligero avance.
Llegados a este punto, la sociedad civil ibérica tiene que gritar un ¡basta ya! para que haya una deliberación inmediata para adoptar una batería de medidas sencillas, como las expuestas anteriormente. Como siempre, EL TRAPEZIO y el Foro Cívico Ibérico acudirán al Algarve, donde se celebrará la Cumbre ibérica presumiblemente el 23 de octubre o pocos días después. Hace falta avanzar rápido en pequeñas medidas inmediatas, consolidar la doble prioridad del tren Lisboa-Madrid y Lisboa-Vigo, así como pactar una narrativa y coordinación permanente aliancista. Una alianza que no será la más antigua, pero sí la que tiene mayor potencial y una raíz común.
No es momento para pesimismos porque el nuevo Ejecutivo portugués parece más heterodoxo (e iberista) en el ámbito del tabú histórico de las infraestructuras ferroviarias entre Madrid y Lisboa. El primer ministro Luís Montenegro ha anunciado la localización en Alcochete del Nuevo Aeropuerto de Lisboa, lo que permite eliminar una incertidumbre de décadas y definir un gran Hub de interconexión multimodal en Portugal, y con ello el trazado de las Vías de Alta Velocidad para su acceso a Lisboa por la Tercera Travesía del Tajo, que también se impulsa. Así que hay razones para mantener la esperanza.
Invitamos a todos nuestros lectores a divulgar y debatir todas estas ideas.