Estamos de enhorabuena porque vuelven a estar de moda las supercopas ibéricas en diferentes deportes. Algunas de estas competiciones masculinas y femeninas son nuevas y otras renacen en deportes tales como balonmano, fútbol, voleibol, hockey, baloncesto, rugby, deportes de motor, golf o pruebas rayanas de ciclismo y atletismo como La Transfronteriza. Entre las competiciones ibéricas de más larga tradición está el rugby, que se disputó por primera vez en el año 1965 y se han celebrado 44 ediciones. Esta moda también ha contagiado a categorías inferiores, de aficionados o infantiles.
En 2017, el Partido Ibérico Íber junto con el Movimento Partido Ibérico presentaron su propuesta de 111 Medidas, entre ellas, incluía: “La Vuelta a Portugal con etapa española y viceversa; Liga de futbol Ibérica; Copa Ibérica; Hermanar equipos de futbol de segunda o tercera división, haciendo un partido amistoso anual; y Campeonatos ibéricos de deporte escolar”. En 2020, el Foro Cívico Ibérico -en el anexo al manifiesto- solicitaba “Copas y Ligas Ibéricas en todas las disciplinas deportivas”. El iberismo futbolero y deportivo es la mejor manera de popularizar una idea intelectual como el iberismo. O, dicho de otro modo, es la vía más eficaz para fomentar una conciencia de afinidad ibérica sin renunciar a la propia nacionalidad.
La responsabilidad de la decisión de la constitución de competiciones ibéricas depende de las federaciones o de empresas privadas. A favor suelen estar las aficiones y la rentabilidad de los equipos; en contra la burocracia de los organismos internacionales. Varios dirigentes del fútbol portugués se han manifestado a favor de una liga ibérica.
La Copa Ibérica de fútbol, también llamada Supercopa o Recopa Ibérica, es una competición amistosa entre clubes de España y Portugal. Tuvo precedentes en 1935, 1941, 1983, 1991, 2000 y 2005. El Trofeo Ibérico es el nombre de un prestigioso torneo de verano de fútbol que se celebra en la ciudad de Badajoz. Se disputó desde 1967 hasta 1986 sin interrupción. En el año 2005 se disputó una edición especial con motivo del centenario del Club Deportivo Badajoz. Durante un tiempo se utilizó la imagen de la península ibérica en el logo del torneo.
El fin de semana del 19 al 21 de julio de 2019, las ligas española y portuguesa organizaron un nuevo formato de la Copa Ibérica de cuatro equipos (Porto, Betis, Getafe y Portimonense) con un nuevo trofeo. El pasado 3 de julio, la Diputación de Huelva ha aprobado postularse para organizar la Supercopa Ibérica de Fútbol. La propuesta busca enfrentar a los cuatro equipos campeones de Liga y Copa de España y Portugal.
En definitiva, la escala peninsular es idónea para desplazamientos y competitividad interna y externa. Nos sirve tanto para la organización de competiciones regulares como para competiciones internacionales, lo que trae implicaciones geopolíticas, al demostrar capacidad de organización, interlocución, liderazgo, prestigio e imagen, para ambos países. Es importante -en ese sentido- crear una proyección conjunta permanente, una alianza para la organización de eventos deportivos de todo tipo, con colaboración público-privada, como, por ejemplo: el Mundial (una realidad), las Olimpiadas, La Vuelta a Iberia, entre otros.
A pesar de algunos sospechosos habituales, La Vuelta fue bien recibida en Portugal. Una minoría se quejó de que se iniciara en Lisboa y del coste de la inversión publicitaria sufragado por las instituciones lusas. Eso sí, no se quejaron de que RTVE explicará en directo lo que fue la Batalla de Aljubarrota cuando el pelotón pasó por la zona. Fue un negocio redondo para Portugal por lo barato de su masiva difusión turística por la televisión en España y en todo el mundo. No obstante, también caben hacer algunos gestos a Portugal para nuevas ediciones. Asimismo, sería bueno que la Vuelta a Portugal pasara por zonas rayanas españolas, incluida Olivenza. Paulo Gonçalves, iberista portugués, afirma que “hoje coordenar de forma Ibérica significa vantagem, cumplicidade e prosperidade”.
Sobre una posible Olimpiada ibérica, Antonio García Salas, gran promotor del Corredor del Sudoeste Ibérico, defiende que “una candidatura conjunta de Madrid y Lisboa para las Olimpiadas del 2036, podría ser la base de una gran candidatura imbatible para 2040. En apenas 6 años tenemos el reto del Mundial de Fútbol, y ya vamos muy retrasados en la red de transportes y comunicaciones, y por supuesto en el aeropuerto de Lisboa y otras infraestructuras. Pero 2036 o, casi mejor, 2040, sí supondría un horizonte temporal para trabajar en limar y mejorar las relaciones de confianza entre Madrid y Lisboa, es decir, entre España y Portugal en su conjunto, y unir fortalezas y oportunidades de los mundos lusófonos e hispanos, que tantas coincidencias tienen para reforzar su presencia en el Mundo. La Iberofonía es una realidad por mucho que algunos quieran evitarlo”.
EL TRAPEZIO apoya todas las iniciativas deportivas a escala ibérica.
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